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El PSOE se ensaña con Dragó: "Juntaletras subvencionado, pederasta" con "programucho"

Los socialistas siguen intentando sacar tajada de la controversia en torno a Dragó por sus supuestas relaciones con menores. Para ello, dan al escritor una clase de elegancia, insultándole: "juntaletras subvencionado", "pederasta confeso", su trabajo es un "programucho" con una "ridícula audiencia"

Pocas personas quedan sin manifestarse en torno a la polémica de Sánchez Dragó por sus supuestas relaciones sexuales con menores. Incluso, la ministra de Cultura. Pero quien sin duda ha visto un filón en el asunto para defenestrar al periodista ha sido el PSOE. Y ya de paso, cargar contra Telemadrid, Esperanza Aguirre y lo que se ponga por delante.

Así lo ha evidenciado el diputado y portavoz socialista en la Comisión de Control de Telemadrid, Juan Antonio Ruiz Castillo, que se ha despachado a placer con escritor. En la sesión del jueves de la Asamblea de Madrid, llamó a Dragó: "juntaletras subvencionado por el Gobierno de la Comunidad de Madrid", acusándole de dirigir un "programucho" con una "ridícula" audiencia, del 1.45% del share; en referencia al programa literario que dirige en la cadena pública madrileña.

Pero los exabruptos no terminaron ahí. Castillo apuntó más alto, y siguió especulando: "es inviable que una tele pública o privada mantenga un programa que tiene esa audiencia" y añadió que "algo raro tiene que haber" dijo, en un alarde de cobardía de sugerir algo, sin concretarlo. "Deben retirar ustedes ese programa por respeto a los madrileños o por la baja audiencia" exhortó, y se dirigió hacia Isabel Linares, directora general de Telemadrid: le exigió "responsabilidades" por llenado Telemadrid de tertschs, Ovies y dragós".

Como corolario a esta ristra de insultos, Ruiz Castillo anunció que llevarán a Dragó ante el defensor del Menor por "pederasta confeso". Pero llegan tarde y mal, como estilan.

Según indica Servimedia, el defensor del Menor, Arturo Canalda ya había abierto una investigación de oficio que comenzó el mismo día en que la polémica saltó a los medios. A partir de entonces, el defensor empezó a recoger información sobre lo que se afirmaba en el libro y las posteriores manifestaciones del escritor, en las que negaba que se hubieran producido tales relaciones, y que era sólo ficción.

En declaraciones a los medios, Canalda ya había reprobado la actitud del literato, a quien instó a pedir disculpas. "No entiendo cómo una persona de su prestigio ha podido plasmar en un libro una barbaridad así", afirmó. No obstante, fuentes de la institución indican a El Mundo que es "un tema complicado" en el que el organismo tiene poca capacidad de actuación porque no hay delito. "Son declaraciones desafortunadas, fuera del sentido común en un tema que no se debe trivializar".

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