El empecinamiento del Gobierno de Rodríguez Zapatero de sacar adelante la nueva ley del aborto, a pesar del enorme rechazo que causa en la mayoría de la población española, puede dar un disgusto al Partido Socialista.
Leire Pajín ha asegurado en varias ocasiones que los socialistas quieren que se apruebe esta iniciativa sin que se produzcan modificaciones del proyecto presentado en el Congreso. Sin embargo, la división es tan patente que ni el Consejo General del Poder Judicial no pudo emitir un informe preceptivo por falta de consenso.
De hecho, según el diario de Vocento, esta división también se extiende en el seno de la formación socialista e incluso puede crecer entre algunos diputados si la dirección del PSOE mantiene su idea de no hacer modificaciones al nuevo proyecto.
Pero la clave para que el PSOE cambie de estrategia en cuanto a la ley del aborto puede ser otra: los votos. Y es que según un sondeo del Gabinete de Análisis Demoscópicos, esta iniciativa dirigida por Aído puede tener un coste electoral a los socialistas de medio millón de votos.
Además, este descenso sería especialmente significativo en Castilla-La Mancha, comunidad gobernada por el PSOE desde el inicio de la democracia, y que podría ser arrebatada por los populares. Los comicios regionales se celebrarán en 2011 y esta perdida de apoyos puede ser decisiva.
El CIS ha puesto de manifiesto que Castilla-La Mancha es una de las regiones que más se opone al aborto junto con Navarra, Comunidad Valenciana, Navarra y Andalucía. En esta clave se podría también entender la presencia de última hora de María Dolores de Cospedal en la gran manifestación que se celebró en Madrid el pasado 17 de octubre.