L D (Agencias) TVE retransmitió en su lugar un especial del mismo programa grabado con motivo de la gala de la FAO –organización de la ONU para la Agricultura y Alimentación–, ofrecido el pasado 16 de octubre de 2005. Los trabajadores ocuparon el plató, encabezados por el presidente del Comité General Intercentros, Juan Manuel Hidalgo, de UGT, con el ánimo de interferir en la normal emisión del programa, que comienza a las 22:00 horas.
Entre sus exigencias figuraban que, tanto la presentadora del programa, Anne Igartiburu, como los miembros del jurado llevaran pegatinas alusivas al Plan de Saneamiento propuesto por RTVE a los sindicatos el pasado diez de marzo. También se pedía que la presentadora hiciera una referencia a las protestas de los trabajadores de RTVE en San Cugat, según la versión de la Dirección.
El ente público estima que estas "alteraciones" nada tienen que ver con la libertad de expresión de los trabajadores, en contra de lo que dicen los sindicatos. "Son, simplemente, una extorsión que no se va a tolerar desde la Dirección de RTVE", alega.
La SEPI y el canal aseguran que mantienen la voluntad de diálogo y negociación con los representantes sindicales para sacar adelante el Plan de Saneamiento de la empresa, pero aseveran que nunca lo harán "bajo amenazas y alteraciones de la emisión". Ana Balletbó, consejera de RTVE a propuesta del PSOE, expresó su "rechazo" a la postura adoptada por los trabajadores "instados por algunos representantes sindicales", matizó, que impidieron con su comportamiento la emisión de un programa "insigne" para el canal.
En declaraciones a EFE, sostuvo que una actuación así se sitúa al "margen de los derechos sindicales y laborales, que nadie discute", porque, a su juicio, suspender un programa como '¡Mira quién baila!' es "un mazazo" para el centro de producción de San Cugat así como para "su futuro". Los sindicatos, concluyó, están cometiendo un "error garrafal" y haciendo "tierra quemada" con los intereses de los empleados, al emplear medidas con las que "miran a corto, y no a medio plazo".
Entre sus exigencias figuraban que, tanto la presentadora del programa, Anne Igartiburu, como los miembros del jurado llevaran pegatinas alusivas al Plan de Saneamiento propuesto por RTVE a los sindicatos el pasado diez de marzo. También se pedía que la presentadora hiciera una referencia a las protestas de los trabajadores de RTVE en San Cugat, según la versión de la Dirección.
El ente público estima que estas "alteraciones" nada tienen que ver con la libertad de expresión de los trabajadores, en contra de lo que dicen los sindicatos. "Son, simplemente, una extorsión que no se va a tolerar desde la Dirección de RTVE", alega.
La SEPI y el canal aseguran que mantienen la voluntad de diálogo y negociación con los representantes sindicales para sacar adelante el Plan de Saneamiento de la empresa, pero aseveran que nunca lo harán "bajo amenazas y alteraciones de la emisión". Ana Balletbó, consejera de RTVE a propuesta del PSOE, expresó su "rechazo" a la postura adoptada por los trabajadores "instados por algunos representantes sindicales", matizó, que impidieron con su comportamiento la emisión de un programa "insigne" para el canal.
En declaraciones a EFE, sostuvo que una actuación así se sitúa al "margen de los derechos sindicales y laborales, que nadie discute", porque, a su juicio, suspender un programa como '¡Mira quién baila!' es "un mazazo" para el centro de producción de San Cugat así como para "su futuro". Los sindicatos, concluyó, están cometiendo un "error garrafal" y haciendo "tierra quemada" con los intereses de los empleados, al emplear medidas con las que "miran a corto, y no a medio plazo".