L D (EFE) La manada partió agrupada de los corrales de Santo Domingo y un toro cogió la cabeza incluso antes de producirse el contacto con los mozos, quienes vieron aumentar el peligro por los derrotes del animal hacia su izquierda. En este tramo se registraron las primeras caídas de los participantes, algunos de los cuales fueron golpeados por los astados sin llegar a ser empitonados, mientras toros y mansos se iban estirando conforme enfilaban la plaza del Ayuntamiento, por donde cruzaron sin problemas.
Tampoco se registraron incidencias en la calle Mercaderes, donde los corredores tuvieron hueco suficiente para demostrar su habilidad ante los bureles, que provocaron igualmente diversas caídas. En la curva de acceso a la Estafeta el toro que encabezaba el grupo resbaló y quedó en el suelo tras chocar contra el vallado, aunque la rapidez con la que se levantó hizo que no quedara rezagado de sus hermanos. Unos metros más adelante sin embargo cayó un toro colorado, que desde entonces cerró una manada disgregada que abrían dos cabestros y un astado, a los que seguían los otros tres "torrestrella".
En la calle Estafeta se volvieron a repetir las caídas de corredores, alguno de los cuales fue sobrepasado por la manada mientras otros, desatendiendo las recomendaciones, se acercaron a los animales hasta tocarles en el lomo. En este tramo y en el de Telefónica se pudieron ver bonitas y rápidas carreras hasta entrar en la plaza, a cuyos chiqueros accedieron directamente los astados sin entretenerse en la arena y sin dar problemas a los dobladores a pesar de que la manada iba estirada y el colorado llegó algo más tarde que sus hermanos.