El preso suicida, a la mujer que mató: "Rosa, soy un asesino"
El preso que se suicidó la pasada madrugada en su celda de la prisión de La Lama dejó varias notas manuscritas y en una de ellas aparecen frases dirigidas a su pareja, a la que asesinó durante un permiso penitenciario el 29 de noviembre. "Rosa, soy un asesino".
L D (Agencias) Ninguna de esas notas es una carta sino anotaciones sueltas relacionadas con el suicidio que planeaba. En una de las hojas indica cuál es su funeraria y en otra cita varias de sus pertenencias y las personas a la que desea dejarlas. La tercera hoja de Maximino Couto va dirigida a la fallecida.
Couto disfrutaba de un permiso penitenciario cuando asesinó a su novia. Esta había llegado a insistir al director de la prisión de La Lama para que le concediese el permiso. Ante el juez y después en prisión, en repetidas ocasiones, Maximino Couto expresó que su intención no era asesinar a Rosa, que todo había sido un accidente. Al parecer, en ese tono de arrepentimiento están escritas las notas dedicadas a la mujer a la que asesinó.
Durante ese permiso y después de haber quitado la vida a su compañera, Couto se dirigió al domicilio de su ex esposa, al que tenía prohibido acercarse a menos de dos kilómetros desde que fue condenado a 2 años y 7 meses de prisión por agredirla. Couto se desprendió del GPS que llevaba y se presentó en la casa. Al no encontrarla allí, hirió con un cuchillo a un matrimonio de vecinos que había declarado en el juicio en su contra y después a un policía que intentó reducirle.
Maximino Couto se encontraba este martes por la noche en el módulo de ingresos y traslados de la prisión de A Lama porque iba a ser enviado a la cárcel de Dueñas (Palencia). Estuvo charlando con su compañero de celda antes de dormir. Cuando el otro recluso despertó a las 6 de la mañana lo encontró ahorcado de la ventana con las sábanas, según la versión facilitada por Instituciones Penitenciarias. A Couto no se le había aplicado el Plan de Prevención de Suicidios, que incluye la asignación de un "interno-sombra", porque no se le había detectado ningún impulso suicida.
El asesinato de género cometido por Couto provocó un gran revuelo mediático al estar controlado el preso con un GPS por Instituciones Penitenciarias durante el permiso. El departamento que dirige Mercedes Gallizo achacó a "un fallo humano sin malicia" el hecho de que un funcionario no comunicase inmediatamente el hecho de que Couto se había desprendido de su GPS. Aún cuando hubiera funcionado correctamente el protocolo, el interno habría asesinado a su actual pareja, de la que no tenía dictada orden de alejamiento ni se conocía agresión anterior. Sin embargo, se podrían haber evitado las tres agresiones cometidas posteriormente.
Sin embargo, el sindicato de prisiones Acaip corrigió este miércoles al Gobierno y defendió que el funcionario del Centro de Vigilancia Electrónica recibió el salto de alarma casi media hora después de que Maximino Couto se desprendiese de la pulsera, debido a fallos técnicos. En ese momento, según el sindicato, el funcionario trató de acceder al sistema para comprobar la incidencia, pero hasta el tercer intento no lo consiguió debido a fallos informáticos del mismo.
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