L D (EFE) Corsini compareció ante la Comisión de Infraestructuras del Congreso de los Diputados para hablar de las causas que produjeron el accidente ferroviario del pasado 3 de junio, que se saldó con 19 víctimas mortales. El presidente de RENFE destacó en su intervención la seguridad que tiene el ferrocarril español, que en estos momentos es "el tercero más seguro de Europa", por detrás de Italia y Suiza, y por delante de Francia, Inglaterra y Alemania, con un índice de accidentalidad del 0,38 por ciento, mientras que hace siete años estaba fijado este índice en 0,62.
Aunque en su intervención intentó evitar acusar directamente al jefe de estación de Chinchilla de cometer un error al dar la salida al tren Talgo que colisionó con un tren de contenedores en las proximidades de la citada estación, durante toda la comparecencia se refirió indirectamente a la causa del accidente como un fallo humano. "Como consecuencia de todas las investigaciones técnicas se puede indicar que la señal de salida de la estación de Chinchilla estaba en luz verde, y que se establece en el Reglamento General de Circulación la obligación de los Jefes de Circulación de accionar en momento oportuno las señales fijas que correspondan, prescripciones que en el presente caso no resultaron observadas".
Para Corsini, "nuestra investigación es de carácter técnico, no pretende, en ningún caso, ni juzgar, ni acusar, ni culpar, ya que esa labor corresponde a otro ámbito, el judicial, y por tanto se escapa del trabajo exclusivamente técnico que en Renfe se realiza". No obstante el presidente de Renfe fue tajante al afirmar que "es evidente que la señal se abrió, se puso en verde, con el cantón (distancia entre dos estaciones) ocupado por otro tren, el de mercancías, que se dirigía en sentido contrario".
Los representantes del PSOE en la citada Comisión solicitaron claridad por parte de Renfe y Fomento con respecto, no sólo al accidente de Chinchilla, sino a la seguridad ferroviaria y a las inversiones de la vía convencional, que, en el caso del trayecto Albacete-Murcia, "no se han realizado". Los socialistas solicitaron de Renfe la elaboración de un "Plan Urgente que solucione el abandono de la línea Chinchilla- Cartagena", y que estas medidas no se adopten, como puede ser en este caso, "después de que se registre un accidente".
Corsini indicó que en abril se adjudicó a la empresa Dinatronic, por un importe de 29,4 millones de euros, la mejora de la señalización de esa vía, y que además la infraestructura se había mejorado y renovado en la zona de Chinchilla en 1998, "por lo que no puede hablarse de abandono".
Asimismo, el presidente de Renfe se refirió a las inversiones que se han llevado a cabo por la empresa en la denominada Red Convencional, que en 1982 fue de 180 millones de euros, y en 1992 de 177 millones de euros (etapa de gobierno socialista), mientras que en el 2002 se han alcanzado los 281 millones de euros. Estas cifras contempladas en la totalidad del Grupo Fomento, han pasado, según Corsini, de los 309 millones de euros en 1982 y los 285 millones en 1992 a los 535 en el 2002.
Por último el presidente de Renfe pidió confianza en el ferrocarril, aunque se mostró consciente de que "tras ver las imágenes de un accidente en un medio de transporte colectivo, todos experimentamos un cambio en nuestra percepción de las cosas, hasta el punto de que se produce una gran diferencia entre la realidad y la percepción".
Aunque en su intervención intentó evitar acusar directamente al jefe de estación de Chinchilla de cometer un error al dar la salida al tren Talgo que colisionó con un tren de contenedores en las proximidades de la citada estación, durante toda la comparecencia se refirió indirectamente a la causa del accidente como un fallo humano. "Como consecuencia de todas las investigaciones técnicas se puede indicar que la señal de salida de la estación de Chinchilla estaba en luz verde, y que se establece en el Reglamento General de Circulación la obligación de los Jefes de Circulación de accionar en momento oportuno las señales fijas que correspondan, prescripciones que en el presente caso no resultaron observadas".
Para Corsini, "nuestra investigación es de carácter técnico, no pretende, en ningún caso, ni juzgar, ni acusar, ni culpar, ya que esa labor corresponde a otro ámbito, el judicial, y por tanto se escapa del trabajo exclusivamente técnico que en Renfe se realiza". No obstante el presidente de Renfe fue tajante al afirmar que "es evidente que la señal se abrió, se puso en verde, con el cantón (distancia entre dos estaciones) ocupado por otro tren, el de mercancías, que se dirigía en sentido contrario".
Los representantes del PSOE en la citada Comisión solicitaron claridad por parte de Renfe y Fomento con respecto, no sólo al accidente de Chinchilla, sino a la seguridad ferroviaria y a las inversiones de la vía convencional, que, en el caso del trayecto Albacete-Murcia, "no se han realizado". Los socialistas solicitaron de Renfe la elaboración de un "Plan Urgente que solucione el abandono de la línea Chinchilla- Cartagena", y que estas medidas no se adopten, como puede ser en este caso, "después de que se registre un accidente".
Corsini indicó que en abril se adjudicó a la empresa Dinatronic, por un importe de 29,4 millones de euros, la mejora de la señalización de esa vía, y que además la infraestructura se había mejorado y renovado en la zona de Chinchilla en 1998, "por lo que no puede hablarse de abandono".
Asimismo, el presidente de Renfe se refirió a las inversiones que se han llevado a cabo por la empresa en la denominada Red Convencional, que en 1982 fue de 180 millones de euros, y en 1992 de 177 millones de euros (etapa de gobierno socialista), mientras que en el 2002 se han alcanzado los 281 millones de euros. Estas cifras contempladas en la totalidad del Grupo Fomento, han pasado, según Corsini, de los 309 millones de euros en 1982 y los 285 millones en 1992 a los 535 en el 2002.
Por último el presidente de Renfe pidió confianza en el ferrocarril, aunque se mostró consciente de que "tras ver las imágenes de un accidente en un medio de transporte colectivo, todos experimentamos un cambio en nuestra percepción de las cosas, hasta el punto de que se produce una gran diferencia entre la realidad y la percepción".