L D (Europa Press) Carlos Olazabal denuncia así la postura del Partido Nacionalista Vasco respecto al caso de desfalco del museo, que según el portavoz popular "ha provocado la situación". Por ello, "para minimizar el perjucio al Guggenheim y a la imagen pública de Bizkaia y del País Vasco, se necesita urgentemente que el PNV dé una muestra absoluta de transparencia en el Guggenheim, sobre todas las adquisiciones que se han practicado en el museo y sobre las actividades de Roberto Cearsolo". Para el PP no es creíble "que un sólo señor pueda administrar 90 millones de euros en adquisiciones, sin ningún control por parte de nadie"
El PP propondrá la creación de una comisión de investigación en las Juntas Generales, así como que una auditoría externa analice desde el principio las sociedades del museo, para un caso que "puede perjudicar muchísimo" al Museo.
Los populares exigirán, además, que toda la documentación de esas auditorias se remita también a las Juntas Generales, así como que comparezca la diputada de Cultura, Josune Ariztondo, pero que antes de que lo haga, (previsiblemente la semana próxima), remita al PP la documentación que "debiera obrar en su poder" sobre las adquisiciones realizadas por el Museo y que "llevamos tres meses esperando". "Parece que esta documentación se ha destruido parcial o totalmente", aseguró, por lo que los populares piden que Ariztondo "comparezca y diga qué se ha destruido".
El PP propondrá también en el Parlamento vasco y las Juntas Generales que se produzca un convenio entre el Parlamento vasco y la institución foral para que cada cierto periodo de tiempo se produzca un intercambio de acciones, a fin de que una de las dos instituciones públicas tenga mayoría en la sociedad, algo que para Olazabal hará posible que las sociedades del museo estén "sujetas a los controles públicos a los que tenía que estar sujeto desde el principio".
"Responsabilidad más allá" de Cearsolo
Para Olazabal, existe "responsabilidad más allá" de Roberto Cearsolo, por lo que dijo esperar que la comisión de investigación "permita determinar las responsabilidades de cada uno". En ese sentido, aseguró que "no es creíble que este señor ejerciese él solo las funciones económicas, porque tampoco lo es que un sólo señor pueda administrar 90 millones de euros en adquisiciones, sin ningún control por parte de nadie".
Olazabal dijo que el Gobierno vasco y la Diputación deberían haber mantenido los controles "mínimos y necesarios" de la sociedad tenedora y la inmobiliaria de Guggenheim, "dada su importancia económica". Estas sociedades, según indicó, tienen ingresos y gastos, "que son los mismos porque se dan a la Fundación", por lo que, según Olazabal, "si se ha producido un desfalco, se ha producido en los gastos e ingresos financieros, por lo que el origen de la confusión patrimonial y del desfalco está en los seis millones de euros, derivados de la especulación con dólares".
"Cuando se provoca esa pérdida, se provoca la confusión de las cuentas y se produce la apropiación indebida, porque es el único concepto real operativo de estas dos sociedades, la caja en relación con las operaciones de divisas", concluyó Olazabal.