L D (Agencias) Los recursos de inconstitucionalidad pueden ser presentados, además de por el presidente del Gobierno y el Defensor del Pueblo, por cincuenta diputados o cincuenta senadores en un plazo de tres meses a partir de la publicación de la ley, informó Efe .
El presidente del PP acusó al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero , y al PSOE de haber querido "dividir" a la sociedad con este asunto y "utilizar" a las personas homosexuales con fines políticos para enfrentarlas con el PP.
Mariano Rajoy censuró a Zapatero por no haber buscado el consenso en torno a la ley, pese a que el PP estaba a favor de regular la unión civil de estas parejas con los mismos criterios legales aplicados por la mayoría de los países de la UE. Además, señaló que Zapatero, "en lugar de hacer un esfuerzo para hacer algo razonable, que sirviera a todos, algo sensato y que preservara cosas que son de sentido común y que se preservan en la inmensa mayoría de los países del mundo, lo que ha intentado es hacer una operación política con el único objetivo de decir que el PP no respetaba el derecho de los homosexuales, lo que es una colosal falsedad".
Rajoy se mostró convencido de que si el jefe del Ejecutivo hubiera convocado a todos los partidos, la ley habría obtenido un amplio respaldo y se habrían evitado manifestaciones de uno y otro signo. Opinó que en asuntos relativos a la "convivencia", como puedan ser la política antiterrorista o territorial, es preciso recabar el mayor consenso posible.
En este sentido, el líder de los populares insistió en que casi todos los países del mundo, salvo excepciones como Bélgica y Holanda, y "la inmensa mayoría de dirigentes socialistas" europeos rechazan denominar matrimonio al enlace de parejas del mismo sexo, puesto que -añadió- "a lo largo de toda la historia", se ha tratado de "una institución entre un hombre y una mujer".
Para Mariano Rajoy, ésta no es una discusión "entre católicos y no católicos ni un debate de privar de derechos a nadie, porque los derechos se le conceden en la ley de uniones de hecho". Además, no quiso enjuiciar la decisión de la diputada del PP Celia Villalobos de votar a favor de la ley y recordó que en el PSOE también hay voces discrepantes, como la del alcalde La Coruña, Francisco Vázquez.
Tampoco dio su opinión sobre si el PP revocaría esta ley si volviera al poder o sobre cuál sería su voto en caso de que se sometiera a referéndum y afirmó que en los ocho años de gobierno del PP, no se aprobó ninguna regulación sobre uniones civiles entre homosexuales "por las mismas razones que no lo hizo el PSOE" en la etapa anterior.
El presidente del PP acusó al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero , y al PSOE de haber querido "dividir" a la sociedad con este asunto y "utilizar" a las personas homosexuales con fines políticos para enfrentarlas con el PP.
Mariano Rajoy censuró a Zapatero por no haber buscado el consenso en torno a la ley, pese a que el PP estaba a favor de regular la unión civil de estas parejas con los mismos criterios legales aplicados por la mayoría de los países de la UE. Además, señaló que Zapatero, "en lugar de hacer un esfuerzo para hacer algo razonable, que sirviera a todos, algo sensato y que preservara cosas que son de sentido común y que se preservan en la inmensa mayoría de los países del mundo, lo que ha intentado es hacer una operación política con el único objetivo de decir que el PP no respetaba el derecho de los homosexuales, lo que es una colosal falsedad".
Rajoy se mostró convencido de que si el jefe del Ejecutivo hubiera convocado a todos los partidos, la ley habría obtenido un amplio respaldo y se habrían evitado manifestaciones de uno y otro signo. Opinó que en asuntos relativos a la "convivencia", como puedan ser la política antiterrorista o territorial, es preciso recabar el mayor consenso posible.
En este sentido, el líder de los populares insistió en que casi todos los países del mundo, salvo excepciones como Bélgica y Holanda, y "la inmensa mayoría de dirigentes socialistas" europeos rechazan denominar matrimonio al enlace de parejas del mismo sexo, puesto que -añadió- "a lo largo de toda la historia", se ha tratado de "una institución entre un hombre y una mujer".
Para Mariano Rajoy, ésta no es una discusión "entre católicos y no católicos ni un debate de privar de derechos a nadie, porque los derechos se le conceden en la ley de uniones de hecho". Además, no quiso enjuiciar la decisión de la diputada del PP Celia Villalobos de votar a favor de la ley y recordó que en el PSOE también hay voces discrepantes, como la del alcalde La Coruña, Francisco Vázquez.
Tampoco dio su opinión sobre si el PP revocaría esta ley si volviera al poder o sobre cuál sería su voto en caso de que se sometiera a referéndum y afirmó que en los ocho años de gobierno del PP, no se aprobó ninguna regulación sobre uniones civiles entre homosexuales "por las mismas razones que no lo hizo el PSOE" en la etapa anterior.