L D (Agencias) Farsia está considerada una de las zonas más peligrosas del muro de contención de 2.500 kilómetros que divide esta parte del Sáhara a causa del alto número de minas que hay enterradas bajo la arena. Los saharauis la denominan "la franja roja". Según Mansor, los inmigrantes fueron expulsados con el objeto de que fueran recogidos por el contingente de la Misión de las Naciones Unidas para el Referéndum del Sahara Occidental (MINURSO) que está destacado en la zona, aunque la expulsión se produjo a altas horas de la noche, lo que puso en riesgo la vida de todos ellos.
La llegada de los irregulares coincidió con la visita del representante especial de Naciones Unidas para el aáhara, el diplomático holandés Peter van Walsum, con el presidente del Frente Polisario, Mohammed Abdelaziz, aunque no se sabe qué se trató en esta reunión. Mandi Mansor calificó esta expulsión de "nuevo atentado a los Derechos Humanos" y avanzó que el casi centenar de subsaharianos que actualmente están refugiados en los campamentos serán entregados a las fuerzas destacadas de la MINURSO.
El Polisario ha asegurado en un comunicado que el pasado miércoles sus unidades militares localizaron a cuatro grupos de inmigrantes clandestinos en diferentes puntos del muro de defensa construido por Marruecos.
El comunicado añade que "esos candidatos infortunados a la emigración fueron socorridos por nuestras unidades militares, que prosiguen la búsqueda de otros clandestinos abandonados". El Frente Polisario efectúa también un llamamiento internacional para que los inmigrantes clandestinos reciban auxilio y puedan ser repatriados en condiciones humanitarias.
El comunicado añade que "esos candidatos infortunados a la emigración fueron socorridos por nuestras unidades militares, que prosiguen la búsqueda de otros clandestinos abandonados". El Frente Polisario efectúa también un llamamiento internacional para que los inmigrantes clandestinos reciban auxilio y puedan ser repatriados en condiciones humanitarias.
Una valla "invulnerable"
Un foso a lo largo de los 12 kilómetros de frontera entre Nador (Marruecos) y Melilla (España), batidas por los montes que se han saldado este mes con la detención de 1.607 subsaharianos y más medios técnicos son algunas de las medidas marroquíes para hacer el perímetro "invulnerable".
"El problema de los subsaharianos se ha acabado para Melilla", aseveraron los mandos del destacamento del Ejército marroquí que, junto a la Gendarmería Real, patrullan las zonas boscosas en busca de subsaharianos que son "devueltos a la frontera con Argelia" y vigilan la doble valla en un despliegue sin procedentes. Por ello consideran que Marruecos "está defendiendo a España" y que sin su colaboración "la mitad de la población de Melilla sería hoy negra", informó Efe.
"El problema de los subsaharianos se ha acabado para Melilla", aseveraron los mandos del destacamento del Ejército marroquí que, junto a la Gendarmería Real, patrullan las zonas boscosas en busca de subsaharianos que son "devueltos a la frontera con Argelia" y vigilan la doble valla en un despliegue sin procedentes. Por ello consideran que Marruecos "está defendiendo a España" y que sin su colaboración "la mitad de la población de Melilla sería hoy negra", informó Efe.
Reingreso en Melilla
Por otra parte, según confirmó el presidente del Consejo General de la Abogacía Española (CGAE), Carlos Carnicer, la letrada que asistió a los 73 inmigrantes subsaharianos repatriados a Marruecos en aplicación extraordinaria del Convenio de Readmisión suscrito entre ambos países en 1992 ha formulado un recurso en el que solicita, "como medida precautoria", que todos ellos sean reingresados en Melilla "para terminar de tramitar su expediente".
Carnicer recordó que tras la denuncia de las irregularidades en la devolución de estas personas "ha habido rumores sobre actuaciones de hecho que no están confirmadas", y que el organismo que representa "actuará para que se reparen, en derecho, las posibles injusticias que se hayan cometido", informó Europa Press.