L D (Agencias) El Papa Benedicto XVI lanzó hoy un llamamiento para que cesen todos los conflictos armados que en estos momentos "ensangrentan" diversas zonas del mundo, en especial, Darfur, Somalia, Oriente Próximo, Irak, Líbano y Tíbet. En concreto, pidió encontrar "soluciones que salvaguarden el bien y la paz" en estas regiones. El de hoy fue el segundo llamamiento a la paz en Tíbet que Benedicto XVI pronunció esta semana, después de que este miércoles pidiera encontrar una solución al conflicto a través del "diálogo y la tolerancia".
"Cuántas veces las relaciones entre persona y persona, grupo y grupo, pueblo y pueblo, en lugar de por el amor, están señaladas por el egoísmo, la injusticia, el odio, la violencia", señaló. Éstas son, hoy en día, "las llagas de la humanidad, abiertas y dolorosas en todos los ángulos del planeta, aunque muchas veces ignoradas e incluso queridamente escondidas", lamentó el Papa.
Estas llagas "despedazan el alma y el cuerpo de innumerables hermanos y hermanas nuestros", que "esperan poder ser curados por las llagas gloriosas del Señor resucitado y de la solidaridad de cuantos, siguiendo sus huellas y en su nombre, tienen gestos de amor, se comprometen con hechos en favor de la justicia y esparcen alrededor suyo signos luminosos de esperanza".
Con todo, el Papa manifestó su deseo de que "se multipliquen los testimonios de dulzura y perdón" en todo el mundo y especialmente en aquellos lugares en que "la dignidad de la persona humana sigue siendo vilipendiada".
El Romano Pontífice hizo estas declaraciones al final de la Misa de Resurrección que tuvo lugar esta mañana en la plaza San Pedro y a la que, a pesar de la lluvia y el frío, acudieron miles de fieles de todo el mundo. Durante su discurso, el Papa hizo alusión a las malas condiciones atmosféricas en que se desarrolló la Misa y pidió sonriendo que "la alegría de la Resurrección permanezca en nosotros incluso en estas circunstancias".
El Papa felicitó la Pascua en 63 lenguas distintas y finalmente impartió la denominada bendición 'a la ciudad y al mundo' (Urbi et Orbi), que también recibieron los fieles que en ese momento estaban siguiendo la celebración a través de la televisión. Después tuvo lugar el canto del 'Regina Coeli', que es la oración que se reza a las 12.00 horas durante el tiempo de Pascua, en sustitución del 'Ángelus'.
Un total de 102 televisiones de todo el mundo transmitieron en directo la ceremonia en 67 países distintos de los cinco continentes, según informó la sala de prensa del Vaticano.
Por la tarde, el Papa se trasladará a la residencia pontificia de Castel Gandolfo, donde podrá descansar un poco tras las intensas celebraciones de estos días, entre las que destaca el rezo del Via Crucis, que tuvo lugar el viernes por la noche, y la Vigilia Pascual, que empezó a las 21.00 horas de ayer y terminó a medianoche.