El País, un diario que antaño se caracterizaba por la pulcritud formal de sus informaciones, ha tirado la toalla en materia de edición y corrección de textos, de modo que los errores y fallos se cuelan ya en la misma portada. En la edición de hoy, por ejemplo, abren la primera con un gran titular en el que subrayan que no son ni uno ni dos los jueces que han reabierto el caso del espionaje a la mano derecha de Gallardón, sino tres, exactamente tres.
Sin embargo, en el texto que acompaña al titular y que según los cánones de la ortodoxia periodística debería justificar tal encabezamiento no se alude más que a un magistrado, la juez ponente del auto que estima el recurso del PSOE y que en la información se identifica, en una única mención, como hermana de la ex diputada socialista Cristina Almeida. La portada remite a la página 16, donde el contundente titular de portada tampoco encuentra el más mínimo eco. Los tres jueces no aparecen por ningún lado, como tampoco aparecen en otra página que El País dedica al asunto del espionaje en su sección de Madrid.
Así pues, tras la portada, la página en la sección de España y la portadilla en la de Madrid, las tres togas brillan por su ausencia, igual que en el editorial que el periódico dedica al asunto. Hay que llegar a la página 3 de la sección de Madrid, la lado de un desastre ecológico en una columnita para encontrar a los otros dos jueces perdidos.
Portada, editorial, apertura de la sección de España y apertura de la sección de Madrid sin que haya el más mínimo rastro de la afirmación del titular principal. Todo un ejemplo de periodismo de precisión.