Qué fuerte. Si estos señores quieren saber lo que es el odio en la Red, que se den una vuelta por la página del señor Sopena, donde, además de la obsesión compulsiva de los redactores por descalificar a Esperanza Aguire, Aznar y, últimamente, el profesor Neira, da vergüenza y miedo leer los comentarios de los lectores, que hacen que a su lado John Cobra sea el hermano modosito de Pocoyó...
Qué fuerte. Si estos señores quieren saber lo que es el odio en la Red, que se den una vuelta por la página del señor Sopena, donde, además de la obsesión compulsiva de los redactores por descalificar a Esperanza Aguire, Aznar y, últimamente, el profesor Neira, da vergüenza y miedo leer los comentarios de los lectores, que hacen que a su lado John Cobra sea el hermano modosito de Pocoyó...
¿No estarán haciendo autocrítica?
Va a ser que no.
No se por qué, pero cada vez que los plumillas del apocalipsis orweliano atacan dialécticamente a sus "oponentes" de la bancada contraria, mas que criticar, lo que parece que hacen es una certera disección de sus propias motivaciones, sus defectos mas destacados, sus odios atávicos y sus peores modos.
Parece como si se observaran en el espejo, para inspirarse en sus homilías de porqueriza.
¡¡¡ Estemos A L E R T A !!!
Tratan de crear un organismo político encargado de vigilar a las televisiones para poder quitarles la licencia a las cadenas que no sean de su agrado.
Como lo consigan, estamos acabados.
Es GRAVÍSIMO.
Me he ido a leer el artículo del País; y en efecto hay un párrafo que dice literalmente así:
"Ya sucede en Internet, donde la fuerza de las redes radicales ha fragmentado el espacio civil democrático, ha demonizado a los adversarios y ha encuadrado, con disciplina militar y férrea, a un nutrido -y creciente- ejército de activistas que actúa sin dudar"
Y, claro, no sé si yo soy un activista de ésos, pero seguramente debo de serlo, según ellos, porque parece que no se refiere sólo a los profesionales, a los que no trataría de simples activistas que crecen cada día. Tampoco creo que se refiera sólo a los blogueros americanos que se meten con Obama.
Cuando leo eso, todo eso del adoctrinamiento, me acuerdo de aquéllos que sólo ven la paja en el ojo ajeno y no ven el pajar, entero, en el suyo.
Venga, que voy a hacer de "activista", aunque pegue aquí una sábana:
Antes de 2004 yo no oía la radio, veía las televisiones principales, que además eran las únicas que había; y no tenía Internet tampoco, y no me importaba demasiado la política. Fue a partir de entonces cuando comenzó mi "actividad". Sin embargo, sí es cierto que, desde más años atrás, venía sintiéndome muy incómodo con muchas cosas; frases que oía a varios de los personajes que salían en esos medios, palabras e ideas pegajosas que se iban poniendo de moda y que me daban repelús, etc. En fin. Y llegó el Prestige, donde ya me puse de los nervios mucho más de lo normal. Con el 11-M –aunque ya llevaba más años con el vicio de escribir- reventé y, desde el día de la jornada de reflexión, no paré de mandar cartas de opinión al ABC; luego, ya sí, comencé a oír la COPE en el coche mientras esperaba a mis hijos, que todavía iban al colegio. En marzo de 2006 entré en el blog de lectores de LD; convirtiéndome ya en un "superactivista peligroso" que no ha parado hasta hoy.
Puede que en mi blog haya convencido a algunos visitantes, en cuanto a mi forma de ver las cosas, no sé, o puede que les haya "adoctrinado"; siempre y cuando sea doctrina decir lo que uno piensa en conciencia. Por sistema, suelo escribir sobre lo que es el titular de agencia y después ya leo u oigo la opinión sobre la noticia (aquí mismo, en los comentarios éstos, lo suelo hacer así muchas veces). Y digo lo que creo honradamente que es la verdad, analizándolo con lógica.
Lo blanco es blanco y lo negro es negro, y dos y dos son cuatro; raras veces nos engaña la percepción, es mucho más normal que nos engañen los políticos. Y no se trata tanto de izquierdas y derechas, marcas registradas que tan a menudo se emplean para camuflar mentiras interiores y que no son otra cosa que un nido de subjetividades, ni de progresía ni democracia, palabras con las que ocurre lo mismo. No se trata de "conservadores" tampoco; el otro día los "no conservadores" regañaban a Aznar por maleducado -¡niño, ese dedo- recordando a los curas del colegio. Cuando nos conviene bien que rescatamos las buenas costumbres conservadoras ¿verdad?
Esas incoherencias son las que nos enfadan tanto a los "activistas" de Internet; "activistas" que, en su inmensa mayoría, no cobramos por decir lo que pensamos, señores de El País –que ustedes sí cobran- lo decimos porque, aunque no lo crean, las acciones de los políticos nos llegan a perjudicar a veces muy seriamente. Internet nos permite este desahogo que, no sólo es una vía de escape, sino que también nos empieza a permitir influir – mucho más humildemente que a ustedes, los periodistas de los grandes medios- en la sociedad distraída.
Con Internet, por una buena vez, el pueblo empieza a ser un poco Goliat –o David ya con la piedra en la honda- empieza a tener al menos un ápice de verdadera soberanía.
Les comprendo, les comprendo a ustedes, los periodistas que se han quedado antiguos o analógicos, los de los grandes medios, los que hasta ayer dominaban todo, los dueños del pueblo marioneta; ahora son los principitos destronados. Sí, eso se empieza a quedar atrás "qué le va usted a hacer, señora", como decía Serrat, por no citar una frase de algún "ultra".
Fdo. Un humilde lector (quizá uno de los que más)
Es conmovedor ver a estos progres de guardarropía defender a fuego y espada la "libertad de expresión". Democracia = a libertad de expresión, si ya veo lo que entienden estos fascistas la libertad de expresión que tenemos.
¡Uis! se han enfadao. Pobricos, es que se les está terminando el pesebre y se ven de paticas en la calle y con la barriga vacía.
Por cierto, ¿esto no se llama competencia desleal? Bueno, que más da, si dentro de poco El País sólo lo comprarán cuatro gatos, y no para leerlo, sino para envolver el pescado podrido.
A este tal antonio gutiérrez-rubí le diría que se suba a la peineta de Aznar, se siente y pedalee.
Creo en el principio de la acción - reacción; si esa pretendida mayoría progresista (me niego a llamarla demócrata) no se dedicase a joder a quien no pertenece a su secta, no proliferarían tantas voces en su contra, y ojalá sea así hasta que todos los progresistas de España regresen a la cloaca de donde salieron..., allí con las ratas y las cucarachas pueden probar con su proselitismo totalitario...