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Prisa celebra su alianza con Berlusconi entre nuevas críticas al Gobierno

El diario de Prisa, El País, actúa este sábado de portavoz del grupo y justifica el hasta ahora impensable pacto con Berlusconi, su antaño enemigo. Habla de "nuevo paisaje" y "revolución" en el sector. Se olvida citar, en cambio, los problemas económicos que forzaron el acuerdo.

Satisfacción total, o eso buscan mostrar, en El País por el acuerdo con Mediaset, que controla  Telecinco, para la venta de Cuatro y de parte de Digital Plus. En portada hablan de la formación del "mayor grupo de televisión" en abierto. En el editorial, celebran un pacto que responde fundamentalmente a los gravísimos problemas económicos que atraviesa el grupo.

El diario apunta a una "revolución completa" en el mercado audiovisual y celebra que con esta fusión, a la que se suma la de Antena 3 y LaSexta, se conforman "empresas más fuertes" con mayor cuota de pantalla. El País achaca la fusión a la "fragmentación de las audiencias" y "la profunda caída de la publicidad en pantalla", pero no apunta a una crisis, la suya, que ha llevado a un pacto impensable hace unos meses.

Recuerda el diario que se ha acabado "la era de ingresos publicitarios y gastos crecientes". Y destaca que el negocio de las televisiones, en su opinión, "no puede sostenerse con unos ingresos publicitarios hundidos". Para El País, "era necesaria una reordenación a gran escala". También alude a la necesidad de una "reordenación" para "aglutinar" audiencias, con la construcción, ahora, de empresas "con economías de escala más adecuadas y mayor capacidad para organizar los contenidos". Ni una palabra sobre las otras causas que han llevado al acuerdo.

Deja para el final las alusiones a otro de los culpables de esta situación, según Prisa. No es otro que el Gobierno: el enfado del imperio que fundó Polanco con el Ejecutivo está lejos de terminarse y este sábado lo vuelve a reiterar. Dice el diario que "los hechos han demostrado que no había mercado suficiente para una nueva cadena", en alusión a LaSexta. No habla, en cambio, del favor que ellos mismos obtuvieron con Cuatro.

Apunta, además, que el Ejecutivo "actuó irreflexivamente al no calcular los límites, en su interés por facilitar una licencia a un grupo de comunicación afín". Destaca también que "no había un plan organizado para ordenar el mercado televisivo". "Las fusiones vienen a salvar ese lastre", sentencia.

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