En declaraciones a Europa Press, el padre de Marta puso de manifiesto que a día de hoy "queda por descubrir lo más importante", como es averiguar el paradero del cuerpo, y dijo no entender que Miguel "haya confesado lo peor y, sin embargo, no diga dónde está" su hija.
"También me dice la gente que si este caso lo hubiese cogido la Guardia Civil estos niñatos habrían hablado ya, como le ha pasado a uno que hace poco ha matado a la novia no recuerdo en qué pueblo o si no ¿por qué en los desfiles se aplaude a la Guardia Civil?, ¿por qué se le admira tanto? Yo estoy convencido que el fallo de la Policía no está en los de a pie sino en los responsables que están sentados en un sillón sobre una columna clavada en el suelo que a ver quién los mueve de ahí. ¿Qué falla? Porque la Guardia Civil se rige por los mismos derechos humanos que la Policía. Aquí tiene que cambiar algo y rápido", terminó.
Antonio del Castillo añadió que Carcaño y los demás imputados en esta causa "han visto demasiada televisión, pues piensan que si no hay cuerpo no hay delito", considerando que el asesino confeso "se está cachondeando de la Policía, de la familia y de la sociedad en general".
"Estamos en manos" de Miguel Carcaño, añadió el padre de la joven sevillana que lamentó que, una vez transcurridos ocho meses desde que se perpetraron los hechos, "se me está quitando toda la confianza" en las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. "Antes de que pasara todo lo que ha pasado, confiaba mucho más en la Policía", apostilló.
Por ejemplo, el padre de Marta no entiende por qué, hasta el día de hoy, no se ha identificado a este familiar, pues es una persona con nombre y apellidos", supuesto tío de Samuel que, según la última versión de Miguel, prestó el coche a su sobrino para que se deshiciera del cuerpo.
En declaraciones a ABC, Antonio del Castillo, afirmó que tras tanto tiempo se está como el primer día. "No lo digo yo solo —apostilló— lo ha reconocido la propia Policía y todo el mundo que me para por la calle. Así que estamos igual que el 24 de enero y sin saber aún a ciencia cierta ni cuándo es el juicio".
Tampoco acierta a comprender cómo la Policía no le ha sacado una confesión a los implicados "para que sepamos al menos dónde está el cuerpo de mi hija".