L D (EFE) Francisco Párraga, por consejo de su abogado, Marcos García Montes, y de los forenses José Antonio García Andrade y José Manuel Reverte, ha pedido en una rueda de prensa celebrada en Guadalajara que se interrogue a los testigos, vecinos y amigos del niño, así como que se investigue la personalidad de su hijo, que en el momento de su desaparición tenía 12 años. Una vez más, el padre de Dónovan ha insistido en que lo que quiere es llegar al fondo del asunto y que se reconstruyan los hechos “porque hay muchas lagunas”.
Además y por consejo de su abogado, Francisco Párraga ha solicitado una segunda autopsia de los restos del pequeño ante el juzgado de primera instancia e instrucción número 3 de Guadalajara. Aunque el padre de Dónovan y los forenses confían en el trabajo realizado por el equipo forense de Guadalajara, han explicado que hay un hueso en el cuello, el hioides, que no se ha encontrado y que tanto para Reverte como para Andrade es importante localizar, por si hubiera sido manipulado, con lo que podría tratarse de un posible estrangulamiento.
García Andrade ha insistido en que pese a que no hay signos directos que hagan pensar que se trata de un homicidio, su impresión es que es la causa más probable de la muerte del niño, y ha rechazado el suicidio, así como el que se tratase de un accidente.
Según explicaron los forenses, el suicidio no es probable, porque es raro que se produzcan con tan solo 12 años, y el accidente tampoco es viable, porque Donovan sentía fobia y terror por la oscuridad y, además, la fosa séptica desprendía un olor muy desagradable.
Por tanto y pese a no apostar al cien por cien por el homicidio, se decantaron por esta probabilidad, ya que una fosa séptica "es un sitio adecuado para deshacerse de un cadáver" y "hay signos indirectos para poder sospechar o establecer que se trata de una muerte homicida", de ahí la importancia de una segunda autopsia.
Parece ser que el pequeño llevaba ese día una gorra que apareció con los restos y que no es recordada por los testigos, por lo que este y otros detalles deben ser aclarados, de manera que van a presentar, probablemente el próximo lunes, la solicitud de que se reconstruyan las últimas horas en las que fue visto Donovan y se interrogue a los posibles testigos. Además, entre los restos encontrados faltan seis vértebras cervicales, también quieren comprobar si a través de los dientes se puede verificar si hubo algún tipo de presión sobre la boca y tampoco se ha podido determinar la fecha de la muerte ni si esta fue por sumersión, lo que plantea dudas sobre la causa del fallecimiento.
García Andrade insistió en que el caso no está cerrado, porque el sitió idóneo para deshacerse de un cadáver es precisamente una fosa séptica, ya que, si hubiesen pasado unos meses más hasta encontrar los restos, la obtención de pruebas sería mucho más difícil. De momento, ni el informe forense ni el toxicológico confirman "con rotundidad", según el padre de Dónovan, cuál ha sido la causa de la muerte de su hijo, y para ello ha contratado a un abogado y a dos especialista forenses para llegar al fondo del asunto.
Además y por consejo de su abogado, Francisco Párraga ha solicitado una segunda autopsia de los restos del pequeño ante el juzgado de primera instancia e instrucción número 3 de Guadalajara. Aunque el padre de Dónovan y los forenses confían en el trabajo realizado por el equipo forense de Guadalajara, han explicado que hay un hueso en el cuello, el hioides, que no se ha encontrado y que tanto para Reverte como para Andrade es importante localizar, por si hubiera sido manipulado, con lo que podría tratarse de un posible estrangulamiento.
García Andrade ha insistido en que pese a que no hay signos directos que hagan pensar que se trata de un homicidio, su impresión es que es la causa más probable de la muerte del niño, y ha rechazado el suicidio, así como el que se tratase de un accidente.
Según explicaron los forenses, el suicidio no es probable, porque es raro que se produzcan con tan solo 12 años, y el accidente tampoco es viable, porque Donovan sentía fobia y terror por la oscuridad y, además, la fosa séptica desprendía un olor muy desagradable.
Por tanto y pese a no apostar al cien por cien por el homicidio, se decantaron por esta probabilidad, ya que una fosa séptica "es un sitio adecuado para deshacerse de un cadáver" y "hay signos indirectos para poder sospechar o establecer que se trata de una muerte homicida", de ahí la importancia de una segunda autopsia.
Parece ser que el pequeño llevaba ese día una gorra que apareció con los restos y que no es recordada por los testigos, por lo que este y otros detalles deben ser aclarados, de manera que van a presentar, probablemente el próximo lunes, la solicitud de que se reconstruyan las últimas horas en las que fue visto Donovan y se interrogue a los posibles testigos. Además, entre los restos encontrados faltan seis vértebras cervicales, también quieren comprobar si a través de los dientes se puede verificar si hubo algún tipo de presión sobre la boca y tampoco se ha podido determinar la fecha de la muerte ni si esta fue por sumersión, lo que plantea dudas sobre la causa del fallecimiento.
García Andrade insistió en que el caso no está cerrado, porque el sitió idóneo para deshacerse de un cadáver es precisamente una fosa séptica, ya que, si hubiesen pasado unos meses más hasta encontrar los restos, la obtención de pruebas sería mucho más difícil. De momento, ni el informe forense ni el toxicológico confirman "con rotundidad", según el padre de Dónovan, cuál ha sido la causa de la muerte de su hijo, y para ello ha contratado a un abogado y a dos especialista forenses para llegar al fondo del asunto.