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El obispo de Segorbe-Castellón insta a los alcaldes a la “desobediencia civil”

El obispo de la Diócesis de Segorbe-Castellón, Juan Antonio Reig Pla, instó este martes en rueda de prensa a la "desobediencia civil" a aquellos alcaldes que no quieran casar a parejas de homosexuales, y aseguró que "coartar la libertad religiosa es lo peor que puede pasar".  Mientras, el vicepresidente de la Conferencia Episcopal ha dicho que es el "momento de no callar" ante la aprobación de una ley "inucua".

(Libertad Digital)
Reig Pla aseguró que el Gobierno "va a reconocer derechos nunca promulgados que son puramente subjetivos", en referencia a los matrimonios entre homosexuales, y apuntó al respecto que el siguiente paso es que "si a cualquier alcalde le obligan a sacrificar su conciencia y a ejecutar los actos por los cuales tiene que ir contra su conciencia rectamente formada, tiene que llegar a la desobediencia civil".
En este sentido, aclaró que un católico "tiene que obedecer a Dios antes que a los hombres, pues, de lo contrario, se llegará al Estado totalitario".
 
En la homilía que leyó en la Catedral de Toledo durante la misa en acción de gracias por la elección del nuevo Pontífice, el arzobispo de Toledo y vicepresidente de la Conferencia Episcopal,
Antonio Cañizares, dijo que el pasado jueves fue un día "funesto" para España, por la aprobación de la ley que permite los matrimonios homosexuales, norma que calificó de "inicua" y sobre la que advirtió: "así, no hay futuro".

Cañizares confesó sentir un "dolor muy grande" por la aprobación de las leyes que permiten el matrimonio homosexual y aceleran los plazos del divorcio y advirtió de que "está en juego el hombre y la sociedad" y de que es "el momento de no callar" y de decir: "ese no es el camino; por ahí retrocedemos en humanidad". El arzobispo de Toledo, que cumple trece años de ministerio episcopal, dejó claro que la Iglesia "no va contra nadie", y mucho menos contra los homosexuales, a los que "queremos y queremos ayudar en todo", pero insistió en que "es necesario que resplandezca la verdad que nos hace libres".

 
"Cómo duele", lamentó el arzobispo, que recalcó que no se trata meramente de una cuestión moral, sino que "cuando se debilita la familia, está en juego el hombre". Por ello, dijo es hora de "no callar" y de trabajar "contra la dictadura del relativismo", porque así, insistió, "no hay futuro".

Los ataques de "algunos medios" al Papa Benedicto XVI

Cañizares también lamentó "lo mal que están tratando algunos medios de comunicación" españoles al nuevo Papa, cuya reacción, aseguró, sorprende incluso a los profesionales de medios extranjeros que estos días desempeñan su labor en Roma. "¿Por qué?, ¿porque anuncia a Jesucristo?, ¿porque es de los crucificados y no de los crucificadores?", se preguntó antes de reclamar a los fieles católicos que "estemos plenamente con él" frente a esos "seguramente lobos" que quieren "atraparlo y desprestigiarlo".

"Qué ignominioso es cuando dicen de él: 'era un nazi'", continuó Cañizares, que insistió en que tampoco "podemos callar ante ello", porque a quienes le critican no les estorba este Papa, "les estorba cualquier Papa, les estorba Jesucristo". Recordó que Benedicto XVI es sabio, un hombre de la verdad, como Pedro, y por eso "recio y libre, y no busca componendas fáciles ni hace concesiones al tendido", por lo que "no calla a la hora de identificar los males que afligen a la cultura de nuestros días".

"Esa cultura que está entrañando una dictadura del relativismo, que carcome al hombre desde dentro, que carcome las sociedades occidentales, que verdaderamente está destruyendo las bases para que haya una paz en el mundo; el relativismo lleva a que no haya paz, el relativismo lleva al dominio de los poderosos", concluyó el vicepresidente de la Conferencia Episcopal.

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