L D (EFE) El ciclón "Sidr" ha sido calificado por muchos como uno de los más poderosos de las últimas décadas, pero la puesta en marcha de un plan de evacuación previo y el hecho de que el huracán tocara tierra durante la marea baja han evitado una catástrofe aún mayor.
En Bangladesh, sin embargo, todavía hay miles de personas desaparecidas, y existe la preocupación de que muchos hicieran caso omiso a los avisos efectuados por el Gobierno antes de la llegada del ciclón.
Decenas de miles de damnificados permanecen sin techo, sin acceso a agua potable o medicinas, mientras la ayuda internacional comienza a llegar al país y los equipos de rescate prosiguen la búsqueda de víctimas.