L D (EFE) Según ha informado la Agencia de Salud Pública en un comunicado, este nuevo afectado notó el pasado 14 de agosto, ocho días después de que se declarase el brote, los primeros síntomas de la enfermedad, que tiene un período de incubación de entre dos y diez días.
Con este nuevo caso, se eleva a 28 la cifra total de infectados por el brote -20 hombres y 8 mujeres de entre 45 y 83 años-, de los que trece permanecen ingresados en centros hospitalarios, tres de ellos en la unidad de cuidados intensivos (UCI).
El brote epidémico aún no se puede dar por cerrado, según las autoridades sanitarias, ya que hasta mediados de la semana próxima podrían detectarse nuevos casos de personas que contrajeron la enfermedad antes del 7 de agosto pero que no notaron las síntomas hasta días después o que se demoraron al solicitar asistencia médica.
Mientras tanto, los técnicos sanitarios siguen analizando las muestras de agua recogidas en las cuatro torres de la clínica Delfos contaminadas de legionela para averiguar si el tipo de bacteria que infectó esas instalaciones coincide con el de los afectados por la enfermedad.
Pese a que las torres de la clínica -que no estaban declaradas- son el origen más probable de la infección, la Agencia de Salud Pública ha puntualizado que todavía no se puede establecer científicamente una relación causa-efecto entre la contaminación de esas instalaciones y el brote localizado en Vallcarca.
Con este nuevo caso, se eleva a 28 la cifra total de infectados por el brote -20 hombres y 8 mujeres de entre 45 y 83 años-, de los que trece permanecen ingresados en centros hospitalarios, tres de ellos en la unidad de cuidados intensivos (UCI).
El brote epidémico aún no se puede dar por cerrado, según las autoridades sanitarias, ya que hasta mediados de la semana próxima podrían detectarse nuevos casos de personas que contrajeron la enfermedad antes del 7 de agosto pero que no notaron las síntomas hasta días después o que se demoraron al solicitar asistencia médica.
Mientras tanto, los técnicos sanitarios siguen analizando las muestras de agua recogidas en las cuatro torres de la clínica Delfos contaminadas de legionela para averiguar si el tipo de bacteria que infectó esas instalaciones coincide con el de los afectados por la enfermedad.
Pese a que las torres de la clínica -que no estaban declaradas- son el origen más probable de la infección, la Agencia de Salud Pública ha puntualizado que todavía no se puede establecer científicamente una relación causa-efecto entre la contaminación de esas instalaciones y el brote localizado en Vallcarca.