Así lo ha explicó la consejera de Obras Públicas y Transportes de la Junta de Andalucía, Rosa Aguilar, en una comparecencia parlamentaria a petición propia, del PSOE y del PP. La consejera explicó que la inversión final en infraestructuras e instalaciones de la Línea 1 del Metro de Sevilla ha ascendido a 658.020.037 euros, lo que supone una desviación del 42,67 por ciento respecto a los 461.224.754 euros previstos inicialmente. Al parecer, no hay responsables políticos ni judiciales de este desastre de gestión.
Aguilar, según EFE, explicó que este desfase se debe a acuerdos de mejoras con otras administraciones, organismos y terceros, modificaciones incorporadas por la dirección de proyecto y la administración y cambios relacionados con la seguridad de ejecución y explotación. Además, dijo que estas modificaciones se han realizado sobre el anteproyecto de base, es decir, que los cambios incorporados una vez redactados y aprobados los proyectos han sido "mínimos". También, Aguilar ha indicado que todas las mejoras e incorporaciones que han supuesto una modificación del contrato y un aumento de la inversión han contado con el dictamen favorable del Consejo Consultivo de Andalucía.
El parlamentario del PP-A, Jaime Raynaud, ha considerado "escandaloso" el desvío de más de 196 millones, por lo que ha dicho que "alguien" se tiene que hacer responsable, ya sea el promotor o la administración. Además, ha considerado "fundamental" conocer la participación que tendrá el Estado y los ayuntamientos en el costo final de la línea 1 y ha asegurado que, en ningún caso, se puede justificar este desfase en la seguridad de las obras ya que ésta se debe recoger en la planificación inicial. La consejera le contestó que no se trata de un desvío sino de una "mayor inversión, donde no se escatiman esfuerzos para que la línea tenga la mejor tecnología" .
Este es uno más de los escándalos que siempre han afectado a las obras públicas de Andalucía desde la construcción de la A-92 y el famoso caso Ollero, en el que se cogió in fraganti a un comisionista de las obras con un maletín de 20 millones de pesetas.
En el caso del Metro, además, ha habido una serie de escándalos:
a) Hay que recordar es que la historia oficial del metro de Sevilla arranca con el "Plan Decenal de Actuación Municipal" que aprueba el Ayuntamiento Pleno en el año 1968. Recordemos ahora que el Metro de Sevilla está contemplado en una Ley de...¡¡¡1975!!!, ley franquista, que fue puesta en marcha por el alcalde andalucista de Sevilla desde 1979 a 1983, Luis Uruñuela.
Ya con varios túneles abiertos, el Metro de Sevilla fue literalmente enterrado por el PSOE, que no creyó nunca en su posibilidad ni conveniencia, a partir de 1984, cuando era alcalde de Sevilla el socialista Manuel del Valle. Eso fueron sus comienzos. Ahora, último día de 2008, tras más de dos años de retraso sobre la inauguración oficial previstas para junio de 2006 y numerosas incidencias, el Metro de Sevilla tuvo incluso un himno popular: "Miedo, tengo miedo, miedo de subirme, miedo, tengo miedo, miedo de jundirme...", sobre la famosa canción de Marifé de Triana.
b)En 1999, impulsado ahora por el Partido Socialista (que cree llegado el momento político y técnico con mejores perspectivas en la tecnología de suelos, y un efectivo crecimiento poblacional y urbano), se reactiva el proyecto, creándose la Sociedad del Metro de Sevilla, que establece un nuevo proyecto de Metro de Sevilla con 4 líneas mayoritariamente subterráneas, siendo dos de ellas paralelas y sin interconexión, una transversal y otra circular.
Sin embargo, el retraso de las obras ha sido escandaloso creando, al parecer, el desvío económico ahora conocido. Ya en 2004, se preveía el retraso oficial de las obras. La Consejería de Obras Públicas y Transportes de la Junta advirtió ¡en el 14 de diciembre de 2004!, que no tolerará ningún retraso en el Metro de Sevilla y que, si fuera así, la empresa tendrá que pagar una penalización económica por cada día que excediera del 24 de junio de 2006, la fecha fijada en el contrato de concesión. Según lo estipulado en el pliego de condiciones, los seis meses de demora que acumulaban las obras hasta entonces obligarían a la empresa a pagar 15,4 millones de euros (0,12 euros diarios por cada 600 euros del presupuesto de inversión ofertado), una cantidad equivalente al 3,6 por ciento de los 428 millones que cuesta la primera línea. Pero de esto nunca más se supo.
El caso es que llegó el 24 de junio de 2006 y el Metro de Sevilla no se inauguró. Tampoco se inauguró en diciembre de 2008 como se esperaba. Es más, comenzó 2009 sin que nadie supiera cuándo sería inaugurado el Metro de la capital andaluza. Finalmente fue en abril de 2009.
Un editorial de Diario de Sevilla resumía este escándalo: "El Metro de Sevilla pasará a la historia como un ejemplo de todo lo que no debe hacerse por las prisas electoralistas con que fue adjudicado, y el sistema a ciegas con que se ha estado ejecutando después de que la Junta admitiera que el proyecto de obra se redactara a trozos. Así, se ha perforado sin saber a ciencia cierta por dónde discurrían canalizaciones y cables; el desconocimiento del subsuelo ha acabado provocando la aparición de socavones o desgastando en exceso la corona de la tuneladora, que ha sufrido ya tres averías, ha estado más tiempo parada que en servicio y sólo ha perforado el 14 por ciento del itinerario previsto.
La improvisación con que se ha actuado no permitió prever la necesidad de construir un puente especial sobre el Guadalquivir, o de tener que reforzar con hormigón el lecho del río; los continuos cambios introducidos por la Junta, la concesionaria y las instituciones y ayuntamientos impiden aún la concreción del último tramo.... y el sistema de concesión elegido para diferir los costes deja a la Junta sin apenas capacidad de maniobra.
Es por ello por lo que ésta ha de encargar auditorías externas para saber qué está ocurriendo. Así pues, la obra emblemática de la Junta y vital para la ciudad y su área metropolitana ha resultado todo un fiasco; tanto, que Sevilla ha pasado de la ilusión a la resignación: su espera del Metro (desde la ley del 75) dura ya 31 años."
c)Se produjeron dos socavones a mediados de 2005, el mayor de 20 metros de diámetro en la zona de los Remedios, que tardaron en arreglarse más de un año y que provocaron grandes problemas de tráfico en la zona.
En agosto de 2006 se cayó un viaducto que se estaba construyendo sobre la autopista de circunvalación SE-30, no hubo muertes debido a que unos obreros vieron como se desplazaba y saltaron a la autopista para cortar el tráfico. Esto provocó que se tuvieran que cortar los seis carriles de la misma.
El 18 de octubre de 2006 se produjo un nuevo socavón, esta vez en el Paseo de Colón. Tuvo que ser reparado de forma rápida al contrario que los anteriores, pero las retenciones durante el tiempo que duró esta alcanzaron los 14 km de longitud.
La inmensa tuneladora se averió un año después de comenzar a perforar porque su cabeza era demasiado blanda para el terreno de Sevilla. Tuvo que ser reparada y reforzada, por lo que la construcción de los túneles estuvo detenida.
El 26 de noviembre de 2008, a menos de un mes de la fecha de inauguración prevista, diciembre de 2008, se produjo un hundimiento de tierras de seis metros de profundidad, que engulló a un quiosco de prensa situado sobre la superficie del mismo. No se produjo ningún daño personal debido a que a la hora en que se produjo el hundimiento se encontraban pocas personas en la zona y a que los ocupantes del quiosco pudieron desalojarlo antes de terminar sepultado.
d) El resultado final ha sido un metro carísimo por partida doble, por presupuesto y por billete(no funciona como en Madrid, por ejemplo, con billete único para todo cambio de estaciones sino que se paga según tramos recorridos), pequeñísimo y que no llega a toda la población.