Lo curioso del caso, según cuenta EL MUNDO, es que hay una denuncia cruzada. O sea, de su esposa hacia el Juez Decano y de éste hacia ella, que por cierto es notario.
Así que ha habido dos vistas: en una era él el imputado y su esposa la víctima, y en la siguiente a la inversa.
Yo me alegro de que esto le haya pasado a un Juez. la Ley integral de Violencia de Género, que reformó entre otras el Código Penal, es un solemne disparate. Me gusta que los propios Jueces prueben un poco de su propia medicina.
Ahora sólo falta que le pase lo mismo a un Diputado o a un Senador.
Y, siento ser tan cruel, pero si les secuestran a un hijo/a, etc., etc., pues seguro que aprendían también.
Seguro que hoy habrá estado allí un fiscal presente, el secretario para dar mucha fe, el juez en persona...igualito que con un ciudadano cualquiera, cuando habitualmente atienden allí, al lado de la mesa de un funcionario, en medio, de pie.... habiendo esperado horas y horas, y normalmente después de haber sido detenido.
Es curioso, pero entre humildes sólo pega él. Aquí ella también pega.