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El increíble fenómeno en taquilla de la película que "habla bien de los curas"

Un fenómeno inesperado está recorriendo las salas de cine españolas. Sin promoción y sólo con el "boca a boca", un documental que habla bien de un cura madrileño fallecido se ha convertido en un éxito de taquilla. Y curiosamente cuando existe una campaña mundial contra la Iglesia y contra los sacerdotes.

Sin publicidad, sin promoción y con un estreno con tan sólo cuatro cintas llegó a los cines La Última Cima, película-documental sobre un sacerdote madrileño que falleció en 2009 tras despeñarse en el Moncayo. Como dice la web de la película, es la única película que habla bien de los curas en un tiempo en el que una campaña mundial se está ensañando contra este colectivo por los casos de los abusos sexuales.

Esta cinta presenta a un sacerdote distinto al estereotipo que suele aparecer a través de los medios de comunicación. Aparece un hombre joven, culto, divertido, chistoso, entregado a los demás, generoso e incluso atractivo. Lo que contrasta con los pederastas, totalitarios, encubridores u homófobos que muchos medios están presentando a la sociedad.

El sacerdote en cuestión es Pablo Domínguez, fallecido con 42 años cuando era decano de la Facultad de Teología de San Dámaso, doctor en Filosofía y autor de 7 libros. Con un futuro prometedor murió en la montaña, su gran afición y donde él ya había dicho en varias ocasiones que le gustaría morir. Las últimas palabras que dijo a su familia es que había llegado a la cima. De ahí el título que se dio a la historia de su vida.

Este es el protagonista de un documental que se ha convertido en un auténtico fenómeno de masas con miles de espectadores, que está ya entre las más vistas en España, que no para de crecer y cuya productora tiene peticiones de 100 países para que sea emitida allí. En recaudación por copia fue la película más vista en los cines del país el pasado fin de semana, y eso que sólo se emite actualmente en 60.

"Merece la pena conocer la historia de Pablo"

El director de La Última Cima, Juan Manuel Cotelo ha atendido amablemente a Libertad Digital y asegura que "no me esperaba el éxito". Añade que le ha sorprendido "no tanto la cantidad de espectadores" como "la rapidez del fenómeno, porque nuestro plan era ir poco a poco, sala a sala...". Pero los exhibidores no pararon de llamar a la productora para poder emitir el documental, y así siguen hasta hoy, en la que la próxima semana se emitirá ya en 80 salas, gracias a la petición popular.

Además, Cotelo también considera que "es una bendita casualidad" que aparezca justamente ahora una película que hable de las virtudes y cualidades de los sacerdotes. Pablo representa sólo a uno de muchos miles de curas en un momento turbulento para la Iglesia Católica. A tenor de los datos, la iniciativa ha tenido éxito y la gente está ávida de conocer a este tipo de gente.

Juan Manuel conoció a Pablo en una conferencia debido a que un amigo le insistía en que fuera a verle. "Fui sin mucho interés", aunque le sorprendió cómo este sacerdote se puso a su servicio para lo que necesitara. Su interés creció cuando días después se enteró por televisión que había fallecido. En ese momento vio la conferencia y se percató de que "era un hombre divertido, ejemplo de una persona estimulante y que tenía mucho que aportar". Ahí empezó a fraguarse esta cinta.

"Me ha merecido la pena conocer a Pablo", afirma el director. Tras conocer su muerte empezó a entrevistar a gente que le conocía y le marcó que todos hablasen bien de él. Tras un año y tres meses de trabajo afirma que esta historia "me provoca reacciones que me gustan y me invita a una vida más alegre".

En este sentido, la clave para él "no sólo está en la crítica o en la taquilla sino en poder hacer bien a una persona". "Estas dosis de alegría en la vida", de tranquilidad, de paz y de amor no están en este momento muy presentes en la sociedad de hoy y es exactamente lo que deja Pablo Domínguez en esta cinta como testamento.

Esta película que en los cines ha arrancado las carcajadas de los presentes y también las lágrimas de emoción no está destinado exclusivamente a un público católico. "Teníamos claro que sería casi anticristiano destinar el mensaje de la Iglesia sólo a los cristianos", afirma. Considera que los valores que se transmiten son universales y necesarios. "La vida puede cambiar a pesar del sufrimiento" y añade que la paz es básica en los tiempos actuales para intentar ser sobre todo mejor persona, fin principal de la película.

En una original y cuidada producción se cuenta la vida de Pablo a través de los testimonios de los que le conocían. Se van desarrollando varios aspectos de su vida y cómo su personalidad entregada influyó en todos los que tenía contacto con él.

Gran éxito de taquilla

La productora, Infinito + 1 ha confirmado a LD un éxito que les tiene también a ellos completamente sorprendidos. Sin apenas medios, desde el 3 de junio ya han visto el documental más de 60.000 personas y no para de crecer el número de salas que emiten esta cinta.

Para la próxima semana habrá en España 80 cintas circulando por toda la geografía expandiendo un mensaje que parece ser que interesa. Una web, las redes sociales y algunos carteles en unas marquesinas de Madrid han sido toda la campaña de promoción. "La clave ha estado en el boca a boca", afirman, porque es "la gente la que está tirando de los cines" en una campaña sin precedentes.

Es tal el éxito cosechado hasta el momento que la productora tiene peticiones de más de 100 países como de Estados Unidos, Taiwan, Japón o de toda Iberoamérica, entre otros. En total 20 estados han pedido ya de manera formal poder emitir el documental sobre la vida de este cura. En España está superando en taquilla a películas de Holywood y con sus escasas cintas ya está en el puesto 15 de las más taquilleras, y subiendo. Todo un fenómeno.

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