El director general de Gestión Forestal, Alberto Contreras, y el jefe de prensa de la Comandancia Militar de Zaragoza y Teruel, Francisco Ruiz, han ofrecido los últimos datos en relación con este incendio, que tiene un foco muy activo fuera del campo de maniobras, en dirección a Tauste, y que mantiene varios frentes activos, "más bien aislados", en el interior del mismo.
De las 5.000 hectáreas calcinadas, 3.500 están dentro de la instalación militar, y de ellas la gran mayoría, en torno a 2.000, son de monte bajo, rastrojos y hierba seca, aunque también hay una parte de pinar afectada.
Fuera de los límites de San Gregorio se han quemado 1.500 hectáreas, de las que en torno a 1.000 son arboladas. Alberto Contreras ha especificado que en la zona hay condiciones meteorológicas adversas que juegan en contra de las tareas de extinción del fuego, con temperaturas de 40 grados y vientos que soplan a 20 kilómetros por hora con previsión de llegar a los 30 kilómetros por hora.En estos momentos participan en las tareas de extinción diecisiete medios aéreos (cinco hidroaviones y doce helicópteros), catorce cuadrillas terrestres, dieciocho autobombas y trescientas personas, incluyendo a los efectivos de la Unidad Militar de Emergencias.
Contreras ha insistido en que ni en Tauste ni en Remolinos hay peligro para la población , que no va a necesitar ser evacuada.
De hecho, el caso urbano de Tauste está separado del frente del incendio por dieciséis kilómetros de campos de cultivo, y del de Remolinos por una zona de yesos en los que se podrá atacar "muy bien" el fuego, lo que contribuye, ha dicho, a la "tranquilidad" de los vecinos de ambas localidades.
El viento sopla del sur y, en el caso de Remolinos, encamina el fuego hacia el río, que podría actuar en ese caso de cortafuegos, aunque se van a intentar atajar antes las llamas.
Descarta que el origen esté en unos ejercicios militares
Francisco Ruiz ha apuntado que aún se desconocen las causas del incendio y ha agregado que para determinarlas se hará una "investigación técnica habitual". Eso sí, ha descartado prácticamente que el origen esté en unos ejercicios militares, puesto que las prácticas de tiro o las maniobras tácticas se suspenden durante el verano por el calor.
Ha dicho, no obstante, que el martes sí que se estaban realizando algunas actividades en el campo de San Gregorio, pero éstas se desarrollaban alejadas del punto en el que parece que se inició el incendio y acabaron dos horas antes de que saltara la alarma.
Se trataba, además, de un ejercicio de lanzamiento de cargas inertes desde un avión con paracaídas, consistentes sólo en palés con contrapeso.
Ruiz ha explicado que la primera noticia que se recibió sobre el fuego en la Comandancia Militar fue a las 14.00 horas y que en un primer momento se actuó con un retén terrestre del campo de maniobras, aunque en seguida se solicitó la intervención de la UME y se contó con el asesoramiento de los técnicos del Gobierno de Aragón. El fuego, ha dicho, rebasó los límites del campo a última hora del martes.
Tanto Contreras como Ruiz han coincidido en señalar que la coordinación entre el Ministerio de Defensa y el Gobierno de Aragón está siendo fluida, y el propio incendio cuenta con dos direcciones de extinción: una a cargo del jefe de emergencias del Ministerio con asesoramiento del Departamento de Medio Ambiente y otra a cargo del director de extinción de la Consejería, que también ha asumido la tarea de coordinación de los medios aéreos.