L D (EFE) Poco antes de abandonar las aguas cálidas del golfo de México, que alimentaron su poder, "Dennis" bajó la fuerza de sus vientos de 234 a 200 kilómetros por hora, lo que le hizo pasar de ser un huracán de categoría cuatro en la escala de Saffir-Sipmson (de cinco grados) a uno de categoría tres.
Como pronosticaron los meteorólogos, el ciclón disminuyó aún más la velocidad de sus vientos al adentrarse en el continente y esta noche previsiblemente se convertirá en tormenta tropical. En su boletín de las 21:00 GMT (23:00 de este domingo en España), el CNH indicó que los vientos sostenidos disminuyeron a 169 kilómetros por hora, lo que convierte a "Dennis" en un huracán de categoría dos.
A esa hora, el ciclón se hallaba a 30,8 grados de latitud norte y a 87,2 grados de longitud oeste, a unos 35 kilómetros al norte de Pensacola y a punto de entrar en el estado de Alabama. "Dennis" se desplaza en dirección norte a más de 30 kilómetros por hora y se prevé que subirá por el valle del río Ohio. De acuerdo al CNH, "Dennis", antes de convertirse en una simple tormenta el próximo miércoles en el centro de EEUU, dejará copiosas lluvias que pueden causar inundaciones en los estados de Misisipi, Alabama, Tennessee, Arkansas, Kentucky, Misuri, Illinois e Indiana.
Desde horas antes del contacto del ojo del ciclón con tierra, el sur de Alabama, Misisipi y Luisiana y el noroeste de Florida registraron precipitaciones, fuertes ráfagas de viento y un intenso oleaje acompañado de marejadas e inundaciones en zonas litorales, aunque oficialmente no se ha informado de víctimas ni daños materiales. Al impactar el ojo del fenómeno sobre las desérticas playas cercanas a Pensacola, los vientos derribaron numerosos árboles, carteles, señales de tráfico y estructuras ligeras de techumbres y edificios, mientras aumentaba el fuerte oleaje en las costas.
Las autoridades advirtieron también de que es posible que asociados al huracán se produzcan tornados en la zona noroeste de la península de Florida, el oeste de Georgia y en el centro y el sur de Alabama. Más de 1,4 millones de personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares en una zona del país donde aún no se han completado las reparaciones por los destrozos producidos por el huracán "Iván", que azotó la región en septiembre de 2004. "Iván" causó la muerte de 25 personas, daños por valor de 15.000 millones de dólares y destruyó o dañó tres plataformas de explotación de petróleo en el golfo de México.
Las autoridades de Florida, Alabama, Misisipi y Luisiana, que han declarado el estado de alerta y han movilizado a más de 10.000 funcionarios de la Guardia Nacional y de Defensa Civil, aseguran que "Dennis" "va a causar mucho daño". Al menos 120.000 usuarios del servicio eléctrico de Florida quedaron afectados por los cortes eléctricos en las últimas horas. Antes de amenazar Estados Unidos, "Dennis" devastó el Caribe donde dejó al menos 20 muertos o desaparecidos y millones de dólares en daños materiales en Cuba, Haití y Jamaica. "Dennis" es el ciclón más poderoso desde que se tienen registros históricos que se ha formado en el mes de julio. Los meteorólogos han pronosticado que este año la temporada de huracanes en el Atlántico norte, que va del 1 de junio hasta el 30 de noviembre, será más activa de lo normal y prevén la formación de ocho huracanes.