L D (EFE) Suárez afirmó que la decisión del Gobierno en relación con los documentos reclamados por Cataluña "ha sentado un precedente", y por las mismas razones que esgrime el ejecutivo catalán se pueden producir peticiones similares desde cualquier otro lugar. El historiador y académico tiene claro que "disgregar un archivo es destruirlo, y los historiadores estamos preocupados porque con decisiones de este tipo se rompe la unidad del Archivo".
Suárez, que asegura no entender de política, cree que "es muy discutible el criterio político" que se ha utilizado en este proceso, porque "la unidad de los archivos es lo verdaderamente importante". Comentó que "si me dijeran que ahora van a disgregar el Archivo de la Corona de Aragón, me asustaría, porque todos los historiadores hemos ido siempre a Barcelona a consultarlo, y cuando hemos necesitado una copia la hemos pedido".
A este académico de la Historia le preocupa especialmente que el Gobierno "haya sentado el principio de que los archivos pueden ser disgregados, porque dificultaría mucho el trabajo de los historiadores y rompería además el acceso a una documentación unitaria".
El historiador se preguntó "¿qué razones hay ahora para no atender otras peticiones y no devolverle, por ejemplo, a Venezuela los documentos que hay depositados en el Archivo de Indias relacionados con este país? ¿Dónde se pone el límite?". En su opinión, "está claro" que tras la decisión del Gobierno sólo puede haber "motivos políticos, porque "no hay una intencionalidad científica".
También consideró "un poco anormal" que el Gobierno central no haya contado con la opinión de la Academia de la Historia antes de tomar una decisión en un sentido o en otro. Señaló que "normalmente siempre se pide el criterio de la Academia en estos casos, para eso es la Real Academia de la Historia".
Suárez, que asegura no entender de política, cree que "es muy discutible el criterio político" que se ha utilizado en este proceso, porque "la unidad de los archivos es lo verdaderamente importante". Comentó que "si me dijeran que ahora van a disgregar el Archivo de la Corona de Aragón, me asustaría, porque todos los historiadores hemos ido siempre a Barcelona a consultarlo, y cuando hemos necesitado una copia la hemos pedido".
A este académico de la Historia le preocupa especialmente que el Gobierno "haya sentado el principio de que los archivos pueden ser disgregados, porque dificultaría mucho el trabajo de los historiadores y rompería además el acceso a una documentación unitaria".
El historiador se preguntó "¿qué razones hay ahora para no atender otras peticiones y no devolverle, por ejemplo, a Venezuela los documentos que hay depositados en el Archivo de Indias relacionados con este país? ¿Dónde se pone el límite?". En su opinión, "está claro" que tras la decisión del Gobierno sólo puede haber "motivos políticos, porque "no hay una intencionalidad científica".
También consideró "un poco anormal" que el Gobierno central no haya contado con la opinión de la Academia de la Historia antes de tomar una decisión en un sentido o en otro. Señaló que "normalmente siempre se pide el criterio de la Academia en estos casos, para eso es la Real Academia de la Historia".