L D (EFE) Estas reacciones políticas se han producido un día después de que se registrara un nuevo vertido de hidrocarburos en las playas de La Línea de la Concepción (Cádiz) que las autoridades andaluzas atribuyen al "New Flame", que este domingo se hundió casi totalmente, aunque el Gobierno de Gibraltar lo ha negado.
El director general de Política Exterior para Europa y América del Norte, José Pons, se ha reunido durante más de una hora con la embajadora del Reino Unido en Madrid, Denise Holt. Pons le ha trasladado a Holt la queja del Gobierno español por la manera en que las autoridades gibraltareñas han llevado a cabo las labores de salvamento, así como por la falta de reacción del Reino Unido en la crisis.
Por este motivo, el Ejecutivo español se reserva el derecho a llevar a los tribunales nacionales e internacionales el caso, así como denunciarlo ante las autoridades internacionales correspondientes.
La ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, ha declarado en Sevilla que las autoridades gibraltareñas comunicaron al Gobierno español que asumen sus responsabilidades en relación al nuevo vertido registrado este fin de semana. Narbona ha reclamado la puesta en marcha, junto al Reino Unido y Gibraltar, de "un mecanismo conjunto de vigilancia y control" para que no se produzcan nuevos accidentes como el del "New Flame" en el Estrecho de Gibraltar.
Por su parte, la Junta de Andalucía denunciará ante la Unión Europea a las autoridades gibraltareñas y emprenderá acciones de responsabilidad civil contra el armador y la aseguradora del barco, encallado desde agosto en aguas cercanas a Gibraltar, para resarcirse de los gastos ocasionados por los vertidos en la costa andaluza.
El presidente andaluz, Manuel Chaves, ha garantizado que, si la gestión del caso hubiera dependido de la Junta, "se habría solucionado hace muchos meses" y se habría retirado el buque del lugar donde encalló en agosto pasado, al tiempo que ha criticado la "falta de diligencia de las autoridades gibraltareñas" en la gestión del mismo. Estas palabras de Chaves contrastan con la absoluta desidia mostrada por él y el Gobierno a lo largo de estos seis meses.
Chaves ha asegurado, también, que la contaminación como consecuencia del hundimiento del buque, ocurrido este fin de semana, ha sido mínima.