(Libertad Digital) La situada en Alicante fue inaugurada en 2003, mientras que la de San Pedro abarca una extensa trayectoria desde que fuera concebida en tiempos de José Borrell: fue licitada con Isabel Tocino, posteriormente iniciada por Jaume Matas y terminada con Elvira Rodríguez como ministra, en el año 2006.
ABC profundiza en la mencionada incapacidad del Gobierno socialista en poner al servicio de la comunidad cualquiera de las obras señaladas como urgentes y necesarias. Sin trasvase, sin desaladoras, sin recursos subterráneos de urgencia, ni recuperaciones de embalses o acuíferos, todo indica que la política de indecisión, aplazamientos y derogaciones del Ejecutivo prolongará la ya alarmante situación.
La situación, según datos del programa AGUA que utiliza ABC, establece que Málaga requiere de dos actuaciones, una abordada en Marbella y ya mencionada, tras su puesta en servicio en julio de 2005, y otra desaladora en la Costa del Sol que el Ministerio ha conseguido formular ya una declaración de impacto medioambiental favorable prevista para el 2010 o 2011.
La situación cambia en Almería: de las cinco desaladoras previstas ni una ha sido construída, y tan solo existe la posibilidad de que la primera sea la del Campo de Dalías, adjudicada en marzo de 2007. En Murcia la situación es similar, dado que las nueve medidas previstas no se han visto materializadas en ningún caso. El déficit hídrico de la zona "durará meses, debido a que no tiene línea de media tensión", afirma el Gobierno murciano refiriéndose a la desaladora del Campo de Cartagena, que el Ministerio aseguró querer poner en funcionamiento antes del final de este año.
En Alicante siete nuevas desaladoras, o ampliaciones de anteriores, de las que la de Canales del Taibilla está a punto de ser concluida tras ser iniciada hace dos años. De las demás, publica ABC, cada una está en un estado diferente. Valencia sólo requería de una obra en el tramo bajo del Turia, pero de naturaleza urgente: el Gobierno no ha dado información sobre el estado de la cuestión.
Castellón anunciaba tres medidas para aumentar sus recursos hídricos, y ninguna de ellas está en funcionamiento: cada una de las mismas se encuentra en una fase de desarrollo distinta. En Barcelona se requieren 60 hectómetros cúbicos al año que serán proporcionados por la desaladora del área metropolitana de la ciudad. Aunque todavía no está en funcionamiento, se espera que esta urgentísima medida no entre en funcionamiento hasta abril del 2009. Gerona tampoco se ha visto abastecida con la ampliación de la desaladora del Torderá, rematando así un panorama desolador en lo que a política de recursos hídricos se refiere.