El pabellón, dice el diario, está hecho de mimbre y acoge un bebé gigante llamado “Miguelín”, obra de la directora Isabel Coixet. Una instalación del también cineasta Bigas Luna, Els Comediants, el Ballet Nacional, una representación de El Quijote en chino y mucho flamenco son algunas de las propuestas nacionales en la Exposición.
Tras la colosal ceremonia de apertura vienen los datos. A pesar de la crisis, el Gobierno ha tirado la casa por la ventana y ha invertido en la Expo nada menos que 55 millones de euros, de los cuales 18 fueron destinados al recinto de la arquitecto italiana Benedetta Tagliabue. El “pabellón cesto” tiene 7.500 metros cuadrados y destaca por su fachada forrada de 8.524 paneles de mimbre, dice ABC.
El pabellón español es uno de los mayores de toda la muestra, junto a los de China, Inglaterar, Alemania, Italia y Francia. Precisamente, Sarkozy y su esposa Carla Bruni acudieron junto a otros 20 jefes de Estado a la Expo para inaugurarla, publica ABC.
Bono fue elegido por el Gobierno para hacer lo propio con el pabellón español, aunque una vez allí se volvió a olvidar de especificar el dinero gastado en la misma, que es superior al gastado por Francia, que no llega a los 30 pese a que el Museo de Orsay ha prestado prestigiosas obras de artistas universales como Van Gogh, Gauguin, Cézanne, Manet, Millet Bonnard o Rodin, aseguradas todas ellas en más de 100 millones de euros.
“Se trata de la mayor partida española destinada a un acto cultural porque la Expo se planeó antes de la crisis, pero esperamos un retorno a medio plazo para que genere riqueza, sobre todo en un momento en que hay tanto paro en nuestro país y se están mirando con lupa los patrocinios”, dijo María Tena, comisaria del pabellón, al diario.
“Lo único que los chinos les suena de España son los toros y el fútbol, dos tópicos que sepultan el diseño de famosas marcas textiles implantadas con éxito en eeste país, como Zara y Mango, la solvencia de las empresa nacionales de infrastructuras y energías renovables y hasta los beneficios de la dieta mediterránea”.
El pabellón pretende captar la atención de 30.000 personas al día y recibir cinco millones de visitantes hasta la clausura del 31 de octubre, dice ABC.