El Gobierno presume de "firmeza" en la crisis del Marine I y de esfuerzos para que la Policía "tenga medios adecuados"
El ministro de Exteriores cree que, durante la crisis del Marine I, el Gobierno actuó con "firmeza contra las mafias" al impedir desembarcar a los inmigrantes en Canarias. Además, el Ejecutivo de Zapatero no admite las condiciones inhumanas en las que funcionarios de Policía atendieron a los inmigrantes del Marine I desembarcados en Mauritania. Al contrario: De La Vega justificó este viernes las penurias de la Policía española. Este sábado, el ministro del Interior, lejos de reconocer el trato vejatorio, ha pregonado que el Gobierno hace "un esfuerzo para que este Cuerpo tenga unos medios más adecuados e instrumentos más eficaces".
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Antes de participar en un coloquio sobre "Canarias en la política exterior y de cooperación del Estado", junto al ex ministro de Justicia y candidato a la presidencia del Gobierno canario Juan Fernando López Aguilar, el ministro Moratinos destacó el "doble criterio" mantenido por el Gobierno "desde el inicio de esta crisis humanitaria": de un lado "salvar las vidas humanas" y de otro mostrar "firmeza contra las mafias".
"Hemos hecho todas las gestiones diplomáticas para evitar que las mafias y aquellos que iniciaron este tráfico inaceptable de personas humanas alcancen su objetivo", pero al mismo tiempo, añadió, se ha tenido cuidado de "la protección de la vidas humanas, para atender de manera solidaria la vida y la situación de esos inmigrantes". En cuanto a la situación de los ocupantes del barco que quedan en Nuadibú, Miguel Angel Moratinos dijo que "se les está tratando en las mejores condiciones y estamos hablando con las autoridades mauritanas para que puedan alcanzar todas las atenciones sanitarias y que no haya ninguna situación de emergencia". Añadió que el Gobierno hace todo el esfuerzo "para alcanzar el doble objetivo de culminar las repatriaciones y prestarles la atención adecuada".
En su discurso se comprometió a mantener el "esfuerzo" en los próximos años, ya que "la seguridad debe constituir una prioridad básica para cualquier Gobierno". El titular de Interior recordó la satisfacción mostrada el pasado martes al presentar los datos sobre criminalidad en 2006, pues "han mejorado los indicadores".
"El dato más positivo es la eficacia policial, que ha propiciado más detenciones y la puesta a disposición de la autoridad judicial de más delincuentes", subrayó Pérez Rubalcaba, quien puso de manifiesto que el Ministerio de Interior "ha aumentado las plantillas, mejorado las retribuciones y ampliado los medios".
El ministro reconoció, no obstante, que los "buenos resultados obtenidos en 2006 obedecen a la capacidad policial y son una muestra del buen hacer tanto de la Guardia Civil como de la Policía Nacional", si bien señaló que "nunca podemos sentirnos satisfechos, pero estamos en el buen camino".
También quiso dirigirse expresamente a los 2.039 nuevos agentes de la Policía Nacional que hoy juraron el cargo, para poner de relieve que han pasado a prestar su servicio "en una institución que, después de la Corona, es la más valorada por la sociedad y en la que más confían los ciudadanos". "Contraen ahora una doble responsabilidad, con el ciudadano y con el Cuerpo Nacional de Policía", afirmó el titular de Interior, quien mostró su agradecimiento, en nombre del Gobierno, por ser "el pilar fundamental de la convivencia en libertad".
El acto celebrado hoy en Ávila, a su juicio, era "muy importante para España", porque "este país tendrá más compatriotas protegiendo a la ciudadanía y trabajando para garantizar los derechos que hacen que todos puedan sentirse más libres". Igualmente, Alfredo Pérez Rubalcaba tuvo unas palabras para los familiares de los nuevos miembros del Cuerpo Nacional de Policía, a los que alabó por "hipotecar parte de su vida para que la Policía siga siendo querida y respetada por todos los españoles".
Junto al ministro de Interior también intervino en el acto el director de la Escuela de Policía de Ávila, Marcelino Pérez, quien resaltó la importancia de que "todos los alumnos de este centro asuman la cultura de la calidad en la formación para luego trasladarla a la función policial".
Marcelino Pérez, que protagonizó la última lección del curso para los 2.039 nuevos agentes, subrayó también la importancia del Cuerpo Nacional de Policía dentro de la Administración General del Estado, pues "está cerca de los ciudadanos" y apuntó que "hoy, estos nuevos policías asumen el protagonismo de conseguir que los ciudadanos se sientan más seguros".
El director de la Escuela de Policía de Ávila señaló también como características que deben regir la función policial, "el espíritu de servicio, el rigor y la dedicación".
Durante el acto, al que asistieron más de diez mil personas, el ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, hizo entrega de una placa al policía Carlos Javier Rodríguez Ruano por acreditar el mejor expediente académico de la promoción que hoy juró el cargo.
Junto al ministro, estuvieron presentes en este acto el presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera; el director general del Cuerpo Nacional de Policía y la Guardia Civil, Joan Mesquida; el presidente de las Cortes de Castilla y León, José Manuel Fernández Santiago; el delegado del Gobierno en Castilla y León, Miguel Alejo y el alcalde de Ávila, Miguel Ángel García Nieto, entre otros.
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