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El Gobierno de Aragón espera a ver qué nombre le pone Zapatero al trasvase para "valorar"

 

L D (Agencias) El Gobierno socialista de Aragón, tan crítico con el trasvase del Ebro que proyectó el PP, ahora no quiere valorar el que hará Zapatero a Cataluña y está esperando a ver qué dice el Ejecutivo centra. Es decir, a ver qué nombre le pone al trasvase para decir que en realidad no es un trasvase. El PP ha recordado que Marcelino Iglesias se ha opuesto a cualquier tipo de trasvase del Ebro y también la frase de Zapatero en Zaragoza el 1 de marzo en campaña electoral: "Mientras yo sea presidente, no habrá trasvase del Ebro".
 
Dice el Gobierno de Aragón, atrapado por su postura en otras situación, que esperará a que se pronuncie el Ejecutivo central para valorar si la prolongación del minitrasvase del río Ebro desde Tarragona a Barcelona y su entorno tiene el carácter de trasvase y, por lo tanto, se aplican los artículos 19 y 72 del Estatuto de Autonomía de Aragón, que instan a los poderes públicos a velar contra cualquier transferencia de agua y a realizar un informe preceptivo en estos casos.
 
"Si es un trasvase se tendrá que poner en marcha el Estatuto de Autonomía", dijo Biel, quien recordó que una medida de este tipo "no puede ser bilateral", en el sentido de que Aragón será oída, al igual que el Consejo Nacional del Agua. En realidad el Gobierno de Aragón lo que espera es a ver cómo llama Zapatero al trasvase.
 
Biel restó valor a la posición de los Gobiernos de Valencia y Murcia, que ahora siguen pidiendo la ejecución del trasvase del Ebro a estas comunidades, aprovechando la próxima prolongación del minitrasvase de Tarragona a Barcelona. Sobre ellos dijo que "van lanzados, ya se sabe, como siempre", lo cual se debe a que "son del PP, siempre aprovechan la oportunidad de aproximar a su molino la fuerza correspondiente".
 
El Ejecutivo autónomo ha decidido "no anticipar nada", más cuando "no sabemos cuánta duración tiene --la prolongación del minitrasvase-- en el tiempo, si es para siempre, si es una obra de emergencia" o si se plantea como "un trasvase puro y duro".
 
El presidente del Partido Popular de Aragón, Gustavo Alcalde, resumió hoy en una frase la actuación de José Luis Rodríguez Zapatero y Marcelino Iglesias ante el próximo trasvase del Ebro a Barcelona, cuya definición ultiman los Gobiernos de España y de Cataluña: "Zapatero engaña e Iglesias calla".
 
Una afirmación que Alcalde sostuvo en dos argumentos. Por un lado, la "contundente" afirmación que Zapatero formuló en Zaragoza, el pasado 1 de marzo durante la campaña electoral, cuando declaró que 'mientras yo sea presidente, no habrá trasvase del Ebro' y, en segundo término, la posición contraria de Marcelino Iglesias durante los últimos años a cualquier trasvase del Ebro.
 
A estas dos ideas, Gustavo Alcalde añadió el hecho de que, "tal y como revelaron distintas informaciones periodísticas nunca desmentidas por los Ejecutivos central y catalán, el acuerdo para realizar un trasvase del Ebro a Barcelona habría quedado cerrado por ambas administraciones en noviembre de 2007, aunque esta circunstancia fue silenciada a petición de la entonces ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, hasta que pasaran las elecciones  por las negativas implicaciones que podría suponer en los intereses electorales del Partido Socialista en Aragón".
 
En este sentido, el presidente regional de los populares calificó de "indecente" que hasta el día de las elecciones el mensaje de los socialistas fuera el 'no al trasvase del Ebro', "y un mes después ya tenemos trasvase del Ebro, sin previa consulta a Aragón, por lo que los intereses de Aragón, una vez más, quedan relegados y olvidados".
 
Gustavo Alcalde volvió a insistir, una vez más, en la obligación de que la planificación hidrológica nacional tome como punto de partida "un gran acuerdo nacional sobre el agua y la ejecución de las obras de regulación pendientes de realizar en Aragón, en lugar de una decisión impuesta de manera bilateral, entre los Gobiernos de España y de Cataluña, cuyas afecciones son evidentes para todas las Comunidades que pertenecen a la cuenca del Ebro".
 
Ante esta situación, reclamó a Iglesias y al Ejecutivo que preside "idéntica beligerancia, en palabras y hechos, incluso a través de la movilización social si fuera preciso, a la desarrollada cuando los que proponían el trasvase eran otros".
 
Alcalde afirmó que "en este caso, como en los anteriores, a un Gobierno antitrasvasista como ha definido a su coalición Marcelino Iglesias, sólo le queda una respuesta posible y es el rechazo", de lo contrario, concluyó "estaremos ante la evidencia de que, tal y como viene diciendo el Partido Popular de Aragón, los intereses del PSOE siempre han estado por encima de los intereses de los aragoneses".

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