L D (Agencias) En declaraciones a los periodistas, la directora general de Política Lingüística, Margalida Tous, vendió las medidas como "incentivadoras y de fomento" y se negó a admitir su naturaleza "coercitiva ni impositiva". La imposición del catalán que pretende este plan afectará a siete ámbitos diferentes como, entre otros, la educación, los medios de comunicación o las actividades socioeconómicas.
Por su parte, la consejera de Educación y Cultura, Bàrbara Galmés, detalló que en el transcurso de la sesión se rechazó por mayoría y con una abstención una enmienda a la totalidad que presentaron el PP, con el fin de solicitar la retirada del Plan para que se redactase una nueva normativa que "no excluya" a los castellanohablantes y que "refleje la realidad plural de Baleares", al considerar que el actual Plan "atenta contra los derechos fundamentales por imponer el uso del catalán en los ámbitos estrictamente privados".
Asimismo, señaló que "lo único" que le queda al Plan es elaborar un preámbulo y que éste pase por un consejo asesor para que tenga corrección lingüística. Posteriormente, se enviará a las diferentes instituciones para que procedan a su aplicación según sus necesidades. Tous remarcó que se trata de una "hoja de ruta" y de un "plan abierto" en el que se pueden "añadir acciones" puesto que la ponencia de planificación se continuará reuniendo para valorar la implantación del Plan.
La consejera indicó que es un documento que "no tiene plazos" ni una "fecha de caducidad" puesto que es un "plan amplio" que se desarrollará a largo plazo. En este mismo sentido, explicó que hay acciones que son asumibles actualmente, mientras que hay otras que se implantarán "poco a poco". Así, Galmés señaló que "se verá el cambio de tendencia y de rumbo" del Plan puesto que está "abierto al horizonte".
En pleno del pasado martes, el PP criticó el Plan puesto que entre los objetivos de éste se establece que las federaciones deportivas deberán emprender "campañas y promoción de dinámicas de uso monolingüe en catalán en las publicaciones, material promocional, comunicados y de otras ediciones propias de las entidades con tal de evitar la bilingüización del sector".
No obstante, el consejero de Deportes y Juventud, Mateu Cañellas, aseguró que muchas de las competiciones tienen un carácter nacional e internacional, lo que hace que se tenga que reservar un espacio "para el castellano y también para otros idiomas extranjeros que permitan entendernos con los deportistas de fuera de las islas", dijo. Asimismo, durante la misma sesión de la Cámara autonómica, el consejero de Presidencia, Albert Moragues, sostuvo que la política lingüística del Gobierno "no impone nada" ni establece plazos para el conocimiento de la lengua catalana, puesto que se limita a ser una "hoja de ruta" que marca el "camino por el que se debe transitar" en esta materia.