
L D (Agencias) Rainiero falleció al alba a los 81 años de edad, tras pasar dos largas semanas luchando contra la muerte en una unidad de reanimación de la clínica cardio-torácica del Principado, donde ingresó el 7 de marzo pasado por un "enfriamiento". La vida de Rainiero se apagó "muy apaciblemente", según el arzobispo de Mónaco, Bernard Barsi, quien indicó que el capellán de la familia Grimaldi, Cesar Penzo, "había acompañado al príncipe hasta el último momento" y había "bendecido el cuerpo cuando fue trasladado al Palacio".
Este miércoles por la noche está previsto que se celebre una misa intima para la familia del príncipe, incluido el sucesor, Alberto, en la capilla del Palacio. En esta capilla ardiente, los miembros de la administración monegasca o del cuerpo diplomático podrán inclinarse ante los restos mortales de Rainiero el próximo lunes, y, el martes y el miércoles, sus súbditos y los residentes de este mini-Estado mediterráneo. La familia de Rainiero observará un luto de tres meses, mientras que los funcionarios lo harán durante un mes, indicó el Gobierno.
Discretos y reservados por naturaleza, los monegascos lloraron con sobriedad la perdida de su "patrón" que, como buen amante del mar, llevó con mano férrea y diestra el timón de su pequeño país. Con lágrimas algunas mujeres reconocían sin pudor que sentían la perdida de Rainiero como si se tratase de un familiar y que iban a rezar por él para darle las gracias por todo lo que había hecho por Mónaco, el segundo Estado más pequeño del mundo detrás del Vaticano.
Este miércoles por la noche está previsto que se celebre una misa intima para la familia del príncipe, incluido el sucesor, Alberto, en la capilla del Palacio. En esta capilla ardiente, los miembros de la administración monegasca o del cuerpo diplomático podrán inclinarse ante los restos mortales de Rainiero el próximo lunes, y, el martes y el miércoles, sus súbditos y los residentes de este mini-Estado mediterráneo. La familia de Rainiero observará un luto de tres meses, mientras que los funcionarios lo harán durante un mes, indicó el Gobierno.
Discretos y reservados por naturaleza, los monegascos lloraron con sobriedad la perdida de su "patrón" que, como buen amante del mar, llevó con mano férrea y diestra el timón de su pequeño país. Con lágrimas algunas mujeres reconocían sin pudor que sentían la perdida de Rainiero como si se tratase de un familiar y que iban a rezar por él para darle las gracias por todo lo que había hecho por Mónaco, el segundo Estado más pequeño del mundo detrás del Vaticano.
Los monegascos esperan que Alberto sea un buen soberano
Más púdicos o demasiado emocionados para expresar su pena, otros señalaban simplemente que tenían la impresión de que estaban ante un momento histórico, ante un cambio de era, y manifestaban su esperanza de que el príncipe Alberto sea también un buen soberano. Algunos reconocían que al conocer la noticia de la muerte de Rainiero se habían sentido aliviados, pues estimaban que había sufrido demasiado y que, por fin, podrá descansar en paz.
Las banderas rojiblancas del Principado que Rainiero gobernó durante más de 55 años y que ondeaban a media asta desde la muerte del Papa el pasado sábado, se cubrieron este miércoles con crespones negros en una señal de duelo propio. Las mismas banderas y crespones que se podían ver también en balcones, automóviles y en las puertas de los comercios, muchos de los cuales permanecieron espontáneamente cerrados sin esperar a conocer las consignas del Ayuntamiento.
Los cuatro casinos de Mónaco cerraron sus puertas y volverán a hacerlo el día de las exequias de Rainiero en "signo de duelo y respeto", indicó la Société des Bains de Mer (SBM), que gestiona también 29 restaurantes y cuatro hoteles de Mónaco. El Gobierno ha invitado a suspender todos los espectáculos hasta el día después de los funerales, y las manifestaciones deportivas se mantendrán salvo el día de las exequias, cuando sólo podrán seguir su curso las internacionales, como el Masters Series de tenis. La misa de los funerales de Rainiero será oficiada por monseñor Barsi en la catedral, donde reposan los restos de la Princesa Grace, muerta en un accidente de tráfico en 1982.
Más púdicos o demasiado emocionados para expresar su pena, otros señalaban simplemente que tenían la impresión de que estaban ante un momento histórico, ante un cambio de era, y manifestaban su esperanza de que el príncipe Alberto sea también un buen soberano. Algunos reconocían que al conocer la noticia de la muerte de Rainiero se habían sentido aliviados, pues estimaban que había sufrido demasiado y que, por fin, podrá descansar en paz.
Las banderas rojiblancas del Principado que Rainiero gobernó durante más de 55 años y que ondeaban a media asta desde la muerte del Papa el pasado sábado, se cubrieron este miércoles con crespones negros en una señal de duelo propio. Las mismas banderas y crespones que se podían ver también en balcones, automóviles y en las puertas de los comercios, muchos de los cuales permanecieron espontáneamente cerrados sin esperar a conocer las consignas del Ayuntamiento.
Los cuatro casinos de Mónaco cerraron sus puertas y volverán a hacerlo el día de las exequias de Rainiero en "signo de duelo y respeto", indicó la Société des Bains de Mer (SBM), que gestiona también 29 restaurantes y cuatro hoteles de Mónaco. El Gobierno ha invitado a suspender todos los espectáculos hasta el día después de los funerales, y las manifestaciones deportivas se mantendrán salvo el día de las exequias, cuando sólo podrán seguir su curso las internacionales, como el Masters Series de tenis. La misa de los funerales de Rainiero será oficiada por monseñor Barsi en la catedral, donde reposan los restos de la Princesa Grace, muerta en un accidente de tráfico en 1982.
Carolina, visiblemente afectada
Por lo demás, la vida en el Principado en el primer día sin Rainiero transcurrió marcada por las carreras de periodistas de todo el mundo desplazados hasta "La Roca" y por los paseos sin prisa de grupos de turistas que disfrutaban del sol en los aledaños al puerto y del Palacio. Allí, desde muy temprano, empezaron las idas y venidas de coches negros que traían a los miembros de la familia de Rainiero, visiblemente afectados, especialmente su hija mayor, Carolina.
Nacido el 23 de mayo de 1923 como Luis, Henri, Maxence, Bertrand Grimaldi, Rainiero deja tres hijos (Alberto, Carolina y Estefanía) y siete nietos, cuatro de su primogénita (Andrea, Carlota, Pierre y Alexandra) y tres de su benjamina (Luis, Paulina y Camila). A sus 47 años, Alberto, que ejerce como regente desde el 31 de marzo pasado y que se convierte en el nuevo príncipe de Mónaco de facto, está soltero y no tiene descendencia. A partir de ahora, los súbditos de los Grimaldi, que llegaron a Mónaco en 1297, celebrarán su fiesta nacional el 15 de noviembre, día de San Alberto el Grande, en vez del 19 de noviembre, cuando se festeja a San Rainiero de Pisa.
Por lo demás, la vida en el Principado en el primer día sin Rainiero transcurrió marcada por las carreras de periodistas de todo el mundo desplazados hasta "La Roca" y por los paseos sin prisa de grupos de turistas que disfrutaban del sol en los aledaños al puerto y del Palacio. Allí, desde muy temprano, empezaron las idas y venidas de coches negros que traían a los miembros de la familia de Rainiero, visiblemente afectados, especialmente su hija mayor, Carolina.
Nacido el 23 de mayo de 1923 como Luis, Henri, Maxence, Bertrand Grimaldi, Rainiero deja tres hijos (Alberto, Carolina y Estefanía) y siete nietos, cuatro de su primogénita (Andrea, Carlota, Pierre y Alexandra) y tres de su benjamina (Luis, Paulina y Camila). A sus 47 años, Alberto, que ejerce como regente desde el 31 de marzo pasado y que se convierte en el nuevo príncipe de Mónaco de facto, está soltero y no tiene descendencia. A partir de ahora, los súbditos de los Grimaldi, que llegaron a Mónaco en 1297, celebrarán su fiesta nacional el 15 de noviembre, día de San Alberto el Grande, en vez del 19 de noviembre, cuando se festeja a San Rainiero de Pisa.