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El fontanero de Chaves y Zarrías dio la idea de indemnizar a "las rapadas"

Cuando Juan Gallo, fontanero de Chaves y Zarrías durante años, leyó el libro de Pura Sánchez Individuas de dudosa moral, libro que trata de la represión franquista a las mujeres, se le ocurrió plantear el pago de 1.800 euros a las andaluzas vejadas en el franquismo.

Gallo maniobró primero para que se concediera a Pura Sánchez el primer Premio de la Memoria Histórica que concedía el Gobierno andaluz. Ahora, se reconoce como el autor intelectual del borrador de decreto de las "rapadas", como se le va a conocer, sobre todo después de la protesta socialista porque se llame así, protesta que ha debido ser contestada hasta por la propia Consejera de Igualdad que ha dicho que lo ofensivo no es llamarlas rapadas, sino "haberlas rapado". Son datos de El Confidencial. Juan Gallo es actualmente comisario para la Memoria Histórica de la Junta de Andalucía.

Hasta el momento sólo se conoce la identidad de una de estas mujeres, porque la mayoría, de tener entre 15 y 20 años en 1936, deberían tener ahora nada menos que entre 85 y 100 años, lo que indica a las claras que, cuantitativamente, la Junta no arriesga nada con dar 1.800 euros a las solicitantes, si es que las hubiere. Las principales asociaciones de memoria histórica andaluzas reprochan a la Junta que el reconocimiento llega tarde porque la mayoría ha muerto.

La única "pelona", que es como se conoce a estas mujeres -que las hubo- en Andalucía, se llama Ana Macías de Los Corrales, caso publicado en El País, cuya familia baraja solicitar la ayuda. Como testigo puede aportar a su hermano José Antonio, de 86 años.

Demagogia socialista

La demagogia de la medida adoptada por la Junta no reside en reparar una injusticia que, a todas luces, lo fue. La demagogia socialista consiste en olvidar que otras mujeres desde 1936, en el bando nacional, fueron humilladas e incluso fusiladas, como en el bando republicano y, aunque en el borrador del decreto no se niega que puedan solicitar las ayudas, el preámbulo del mismo concreta que las ayudas se refieren expresamente a las humilladas por la dictadura franquista, no por otros.

Dice así: "cabe señalar que la represión de la dictadura franquista alcanzó formas de diversa configuración, entre ellas algunas relacionadas con la intimidad, el honor y la propia imagen y que especialmente recayeron en mujeres. Esta forma de represión debe ser firmemente denunciada y repudiada, rehabilitando con ello los derechos infringidos con formas de castigo que socialmente denigraban la dignidad de quienes las sufrían, con independencia de que se impusieran al margen, en muchas ocasiones, de procedimientos documentados".

La demagogia se agiganta porque el decreto llega muy tarde, como denuncian hasta los partidarios de la memoria histórica de Zapatero. Como máximo unas decenas de mujeres serán recompensadas por su humillación con una cantidad ridícula.

La demagogia se completa además con dos elementos. Uno, el evidente nuevo intento de resucitar la Guerra Civil en Andalucía, elemento ideológico que ha resultado un vivero de votos durante los últimos 30 años. El responsable de la Junta no ha querido recordar las tropelías del bando republicano. Se concentra en la represión franquista. "Los nacionales ganaron la Guerra Civil. A los que sufrieron se les indemnizó y muchos consiguieron trabajos", ha dicho Juan Gallo.

Dos, el olvidar de ese reconocimiento a las miles de mujeres actuales vejadas a las que se las deja sin ayuda porque el objetivo real es el político, remover en los pueblos andaluces las conversaciones sobre la guerra y atizar los recuerdos del enfrentamiento.

Juan Gallo y la Tela de Araña

El caso de Juan Gallo es especial. Tras haber ocupado cargos de confianza del PSOE vasco -es más, fue un hombre de Ramón Jáuregui en el País Vasco hasta 1989-, e incluso cargos oficiales en el gobierno vasco en la década de los 80, terminó siendo hombre de confianza de Manuel Chaves que le encomendó la dirección del Gabinete de Análisis y Relaciones Institucionales, el famoso GARI, desde el que Chaves ejercía control y vigilancia sobre los socialistas de la Junta de Andalucía.

Pero Juan Gallo no se resistió a la tentación de ampliar la tela de araña del PSOE andaluz. Tiene a dos cuñados y a una hermana, además de a su esposa, en la Administración andaluza. En este caso local, con el alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín.

Su esposa se llama Patricia Ren González, y como puede apreciarse en el documento oficial, Patricia Ren González ha pertenecido al gabinete de la Alcaldía que preside el Excmo Señor Alfredo, Freddy, Sánchez Monteseirín.

Pero hay más. Examinando los papeles de personal del Ayuntamiento de Sevilla nos encontramos que en efecto, Laura Ren González, que parece a todas luces hermana de Patricia, la esposa de Juan Gallo, está colocada en el Ayuntamiento de Sevilla y muy cerquita de su hermana. Si Patricia estaba situada en el gabinete del Alcalde, esta, su hermana Laura, está en la secretaría del Alcalde Qué afición tiene Monteseirín a la familia Ren González y a Juan Gallo. Esta es la prueba:


Pero hay más. Según fuentes de toda solvencia de la Consejería de Economía y Hacienda, Juan Gallo González tuvo a una hermana en dicha consejería. La hermana de Juan Gallo, María Dolores (Lola la llamaban) Gallo González, estuvo de ordenanza en la Consejería de Economía y Hacienda durante 18 años o más, pero habiendo enfermado de gravedad , se jubiló hace años.

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