LD (Europa Press) Luis Montes, que estuvo implicado en el caso de las sedaciones irregulares en el Severo Ochoa de Leganés y al que se acusó, junto a su equipo, de provocar la muerte a varias personas con sus practicas en el servicio, inaugurará el curso el 7 de julio junto al ministro de Sanidad, Bernat Soria, según expone el programa del seminario.
Las jornadas patrocinadas por la Asociación en Defensa del Hospital Severo Ochoa, el Ayuntamiento de Leganés, la Red Nacional de Ciudades Saludables y el Servicio Cántabro de Salud, contará con la presencia de médicos de Anesiestología del Severo Ochoa como Enrique Alonso, que hablará en la conferencia Morir ahora, o gente del mundo de la prensa como el presidente de la Asociación de la Prensa de Madrid, Fernando González Urbaneja.
Con conferencias, debates y medas redondas con títulos como 'Tenemos derecho a elegir nuestra propia muerte?', en el curso se debatirá sobre la posibilidad de decidir sobre la propia muerte y la actuación de los médicos en los hospitales. "Todos los indicadores sociales muestran claramente que se apuesta por el desarrollo tecnológico para garantizar la mayor calidad de vida a los ciudadanos, y con la misma rotundidad, se debe exigir la mayor calidad en el proceso de morir", señala Montes en un texto colgado en la página web de la universidad para describir el curso.
Además, indica que "en este único camino a seguir, dinámico, cambiante y sin pausa, todos los objetivos quedan por conseguir, entre ellos, convertir el proceso de morir en algo natural y digno", y añade que "se debe considerar la calidad de la muerte como un derecho humano y universal".
Tras destacar que el curso reúne a "profesionales del más alto nivel para analizar y explicar conceptos, que necesariamente la sociedad debe comprender y hacer suyos" como la limitación del esfuerzo terapéutico, la obstinación terapéutica, el tratamiento de síntomas refractarios, la sedación en la agonía y analgesia profunda, el suicidio asistido/eutanasia, la objeción de conciencia, el abandono y la situación legal nacional e internacional, el escrito expone que reflexionar sobre estas cuestiones "es una obligación para cualquier profesional implicado en el proceso de la muerte".