L D (EFE) El Discovery estuvo acoplado ocho días con la Estación Espacial Internacional (ISS, siglas en inglés), en la primera visita a la plataforma de un transbordador estadounidense desde el trágico vuelo del Columbia, que se desintegró el 1 de febrero de 2003 cuando reingresaba en la atmósfera terrestre.
El desastre, en el que murieron los siete tripulantes de la nave, obligó a la NASA, la agencia espacial estadounidense, a suspender durante dos años y medio los vuelos de sus transbordadores. La sombra de esa tragedia ha marcado la misión del Discovery desde su comienzo, pues las cámaras de televisión captaron durante el despegue el desprendimiento de un fragmento de espuma aislante de uno de los tanques de combustible.
Precisamente el choque de un fragmento similar con el casco del Columbia en su despegue causó una fisura que, según estableció la investigación, provocó la desintegración del transbordador cuando regresaba a la Tierra.