(Libertad Digital) María Teresa Fernández de la Vega intentó restar entidad al anuncio que la ministra de Cultura hizo el jueves en la cadena Ser. Carmen Calvó adelantó que el Gobierno reducirá el IVA aplicable la producción musical del actual 16 por ciento a un cuatro por ciento. La decisión implicaba tanto la compra de música como a la ayuda a la producción. Además establecería un "simbólico" uno por ciento del IVA en la producción escrita.
El anuncio fue acogido con satisfacción en el sector pero la noticia tenía fecha de caducidad. Un día después, la Comisión Europea tuvo que salir al paso para recordar al Gobierno de Zapatero que una medida de este tipo queda fuera de su responsabilidad. Poco después de esto, la portavoz del Ejecutivo y vicepresidenta primera reconoció que efectivamente el Gobierno no tiene capacidad de maniobra para rebajar el IVA cultural y que, consciente de ello, la ministra de Cultura no había anunciado esa rebaja sino que se había limitado a expresar un deseo.
Sin embargo, el programa electoral del PSOE olvida esa competencia exclusiva de la Unión Europea e incluye entre sus principales compromisos a aplicar en el ámbito de la cultura un "IVA cultural, disminuyendo hasta un 1% simbólico el IVA de la producción cultural escrita, y hasta un 4% el de la música".
Tras la intervención de la Comisión Europea, el Ejecutivo de Zapatero tendrá que rectificar una de sus principales decisiones y compromisos electorales. Para conseguir esa rebaja del IVA, primero tendrá que negociar una nueva regulación comunitaria que permita el recorte prometido. De momento, el anuncio se queda, como dijo Teresa fernñandez de la Vega, en una simple "expresión de deseo".
En quince días, el Gobierno del PSOE ha matizado cuatro de sus propuestas electorales: además del IVA cultural que se queda en un "deseo" de la ministra, la Ley contra la Violencia doméstica, que se aprobaría en el primer Consejo de Ministros, se retrasará varias semanas por la complejidad de la reforma legal necesaria. El mando único policial también se dejará para más adelante, al igual que el entendimiento anunciado con el Gobierno vasco después de que se le descontaran 32 millones de euros del cupo.