"El problema está fundamentalmente en las televisiones privadas, y no en todas todas", dijo Múgica, que agregó no obstante que "hay algunas que destacan en el pelotón de cabeza, que son las de siempre y hacen caso omiso de los planteamientos de autorregulación que asumieron al ser convocadas (en diciembre de 2004) por la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, a raíz de las denuncias que se presentaron contra la utilización desdichada de la televisión en horario de menores".
El Defensor del Pueblo lamentó que "hay programas emitidos en horas en que son vistos por menores que son incitaciones a la desvergüenza, a la falta de sentido, y a la desvertebración moral", y además "sin gracia". Por ello, destacó que "realmente han faltado algunas televisiones a sus compromisos", por lo que apostó por sancionar a las emisoras que "rompen" la seguridad jurídica.
Desde este punto de vista, Múgica indicó que "si el buen sentido de la televisión en materia de información y sobre todo en materia de ocio para los jóvenes, se decanta hacia actitudes absolutamente inmorales, desprovistas de ética, sin el menor sentido de la responsabilidad; eso debe de sancionarse". En cuanto a la forma en que deben articularse esas sanciones, Múgica entiende que "tiene que estudiarlo el Gobierno", aunque siempre "de acuerdo con los grandes partidos y con todos los que tienen algo que aportar", como las instituciones escolares, los padres y "las iglesias".
Por último, sobre las apelaciones de algunas televisiones a la libertad como argumento a la hora de programar contenidos, Enrique Múgica dijo que "ya está bien que nos hablen de libertad", recordó que él mismo ha combatido por las libertades "como nadie en este país" y se mostró a favor de "mantener las libertades", pero no de que "se aprovechen de la libertad para destrozar aquella sensibilidad o inteligencia que hacen digna a la vida de ser vivida".