El Correo Gallego se refiere a Israel como "el temido IV Reich sionista"

(Libertad Digital) El Correo Gallego presta las páginas de su suplemento dominical para publicar un repugnante reportaje en el que su autor destila antisemitismo y utiliza el exterminio sistemático de los judíos europeos –entre seis y siete millones de asesinatos– perpetrado por los nazis para descalificar no los verdugos, sino a las víctimas, los judíos.

 

Este diario, que recibe importantes subvenciones de la Xunta de Galicia, publica este reportaje firmado por un tal Roberto Qumata en el que se leen cosas como que "el sionismo", está "a un paso de aplicar las Leyes de Núremberg", "la paranoia culpatoria de Europa tuvo mucho que ver en el retorno a la Tierra Prometida", "los árabes, aliados del III Reich, como forma de rechazo al colonialismo de Londres y París"...

 

Es aun más repulsivo, si cabe, que el periódico acompañe con fotos de judíos en el Gueto de Varsovia –del que salieron con vida unos 20.000 judíos de cerca de medio millón, el resto fueron exterminados; la población de Gaza está en constante crecimiento– para ilustrar su reportaje. Los pies de fotos dan una idea de la catadura moral del autor del reportaje. Bajo una imagen de un judío encañonado por su soldado nazi leemos: "Este judío de cara afilada aguanta la afrenta del soldado que le registra en el gueto de Varsovia".

 

La idea de igualar Gaza con el gueto de Varsovia se repite a lo largo de todo el artículo. El autor se atreve a frivolizar lo que supuso el Holocausto –que, por cierto, el Bloque Nacionalista Gallego se ha negado a condenar: "La intendencia alemana alimentaba a los judíos con raciones de no más de 184 calorías diarias. Con los polacos se excedían hasta las 699. Y ellos, el III Reich, se reservaban 2.613 calorías. Y claro, al hablar de hambre, el problema se reduce a un problema humanitario, a una dieta de adelgazamiento. El pan, por así decirlo, es el leitmotiv, no la causa palestina o la fumigación del Líbano con dos millones de bombas de racimo".

 

Los terroristas islamistas de Hamas son calificados como "milicianos" y hay un claro interés en atenuar su actividad criminal –miles de asesinatos indiscriminados, estos sí, contra la población civil israelí– con expresiones como "iguala la capacidad bélica de Hamas (cohetes de fabricación casera, los Qassam) con el potencial militar hebreo (...) El pasado 23 de enero, milicianos de Hamas dinamitaron el muro entre la franja (por Rafah) y Egipto, la única ocasión que tuvieron miles de palestinos de cruzar la frontera para emplear sus ahorros en medicinas y alimentos".
 

El odio a lo judío, puro antisemitismo, al que da cancha El Correo Gallego queda reflejado sin lugar a discusión en párrafos como el siguiente: "El sionismo ideológico trata a los palestinos como el III Reich a los judíos, sin estatuir, pero aplicando, las Leyes (antisemitas) de Núremberg a base de las peores lacras de los tiempos: piraterí­a (apropiación de tierras), apartheid (mano de obra barata), colonialismo (colonos), deportación (refugiados), limpieza étnica (60 años de guerras), muro de separación y bloqueo (Gaza). Al millón y medio de gazawíes le quedan las piedras. El arsenal de su resistencia".