L D (Europa Press) Después de la aprobación en el proyecto de Ley Orgánica de Educación (LOE), tras el debate realizado y las propuestas que ha recibido el Ministerio de Educación y Ciencia de las distintas organizaciones de la Comunidad Educativa el pasado sábado, las críticas no se han hecho esperar. Font de Mora destacó, al respecto, en rueda de prensa, que "después del debate producido en las diversas Comunidades Autónomas nos da la sensación de que sólo una autonomía ha podido ver recogidas sus aspiraciones, que es aquella en la que gobierna un tripartito".
Esta autonomía, dijo, "ha conseguido introducir en la ley unos elementos que pueden llevar a uno de los hechos más graves, que es al fraccionamiento del sistema educativo". El consejero se refirió, de este modo, a Cataluña y aseveró que "si no se modifica este proyecto de ley pueden surgir desigualdades muy importantes respecto al núcleo de conocimientos y al de materias que se impartan en una comunidad u otra". Tanto es así que "la movilidad del alumnado entre una autonomía y otra se pueda ver muy dificultada, porque los planes de estudio sean diferentes entre sí".
Falta de diálogo
El titular de Educación denunció que el "diálogo no ha existido" y añadió que "como consecuencia estamos asistiendo ahora a una serie de manifestaciones muy numerosas de colectivos e instituciones que encuentran que esta ley no responde en absoluto a sus expectativas". Asimismo, apuntó que ninguna de las propuestas que surgieron en el debate de las Cortes Valencianas ni las peticiones que el consejero entregó a la ministra de Educación fueron recogidas en este proyecto de ley, por lo que, según Font de Mora, "esta ley ha pasado durante estos meses sin modificación alguna".
"Este proyecto de ley disminuye la calidad en la educación, la libertad en la educación, la cohesión territorial y desvertebra el sistema educativo", criticó Font de Mora, quien añadió que tampoco "garantiza una educación de calidad, sino que supone un empobrecimiento del sistema educativo que camina en dirección contraria a la modernización y al progreso".
Declaró asimismo que "pretende atajar el fracaso escolar, cuando éste ya se ha producido a los 16 años" y añadió que el Consell pretendía "adelantar las posibilidades de diversificación antes de que esto sucediera". Lamentó que "también corta el paso directo desde los ciclos medios a los superiores de Formación Profesional, tendremos el bachillerato más corto y debilitado en su valor formativo y se suprime la prueba general de bachillerato y se reintroduce la selectividad".