L D (EFE) Los congresistas no tienen autoridad para anular la decisión del juez de Florida que autorizó al marido a desconectar a Terri Schiavo, que sufrió daños cerebrales muy graves tras un ataque al corazón. No obstante, los políticos han elaborado un proyecto de ley que permitiría a los padres de la chica, que se oponen al dictado del juez, recurrir el dictamen estatal a los tribunales federales, con lo que el magistrado que reciba el caso tendría que ordenar la inserción del tubo mientras dura la apelación.
El Senado de EEUU dio este sábado el primer paso para que pase el proyecto de ley en una reunión de urgencia en la que aprobó el procedimiento que permitirá a la Cámara Baja reunirse este domingo, a las 18.00 GMT. La Cámara Alta se reunirá una hora más tarde, previsiblemente para aprobar la norma.
El proyecto de ley sería enviado inmediatamente al presidente de EEUU, George W. Bush, quien, según los líderes republicanos, no dudará en firmarlo para que entre en vigor lo antes posible. Los médicos calculan que si no se le conecta el tubo de nuevo, Terri Schiavo vivirá como máximo dos semanas. Los republicanos en el Congreso llevan varios días intentando fórmulas para lograr sortear la decisión del juez de Florida.
Los demócratas se opusieron esta semana a una ley en la Cámara para permitir acceso a los tribunales federales a cualquier persona en la situación de Terri, por lo que los republicanos han accedido a limitar el proyecto a este caso específico.
El líder de la mayoría republicana en la Cámara de Representantes, Tom Delay, y otros republicanos del Congreso anunciaron el acuerdo entre el Senado y la Cámara Baja sobre el texto común en una rueda de prensa en la que criticaron muy duramente a Michael Schiavo. "El abuso y negligencia de su posición como guardián (de Terri) es escandaloso", dijo Delay, quien citó, por ejemplo, el hecho de que no haya permitido que se saque a la mujer del hospicio donde se encuentra o que se someta a terapia.
Por su parte, Michael Schiavo criticó los esfuerzos republicanos para saltarse la orden del juez de desconectar a Terri. "El Congreso y este Gobierno se están metiendo en mi vida personal y se están colocando en medio de algo de lo que no saben nada", dijo. Michael mantiene que su esposa no querría vivir en la condición actual.
También habló la madre de Terri, Mary Schindler, quien frente al hospicio Pinellas Park, donde se encuentra su hija, suplicó al gobernador de Florida, Jeb Bush, a su hermano, el presidente, George W. Bush, y a los políticos en general que salven a su hija.
Los padres de Terri y Michael Schiavo han mantenido una batalla legal durante los últimos años sobre su futuro. El tubo que la mantiene con vida fue retirado dos veces durante algunos días en el pasado, pero las padres de Terri lograron que volviera a serle conectado. Mientras, grupos de manifestantes oran y celebran vigilias frente al hospicio donde se encuentra Terri.
Sus padres dicen que ella responde a sus voces, que sonríe y llora y que se podría recuperar, algo que los médicos descartan.
El proyecto de ley sería enviado inmediatamente al presidente de EEUU, George W. Bush, quien, según los líderes republicanos, no dudará en firmarlo para que entre en vigor lo antes posible. Los médicos calculan que si no se le conecta el tubo de nuevo, Terri Schiavo vivirá como máximo dos semanas. Los republicanos en el Congreso llevan varios días intentando fórmulas para lograr sortear la decisión del juez de Florida.
Los demócratas se opusieron esta semana a una ley en la Cámara para permitir acceso a los tribunales federales a cualquier persona en la situación de Terri, por lo que los republicanos han accedido a limitar el proyecto a este caso específico.
El líder de la mayoría republicana en la Cámara de Representantes, Tom Delay, y otros republicanos del Congreso anunciaron el acuerdo entre el Senado y la Cámara Baja sobre el texto común en una rueda de prensa en la que criticaron muy duramente a Michael Schiavo. "El abuso y negligencia de su posición como guardián (de Terri) es escandaloso", dijo Delay, quien citó, por ejemplo, el hecho de que no haya permitido que se saque a la mujer del hospicio donde se encuentra o que se someta a terapia.
Por su parte, Michael Schiavo criticó los esfuerzos republicanos para saltarse la orden del juez de desconectar a Terri. "El Congreso y este Gobierno se están metiendo en mi vida personal y se están colocando en medio de algo de lo que no saben nada", dijo. Michael mantiene que su esposa no querría vivir en la condición actual.
También habló la madre de Terri, Mary Schindler, quien frente al hospicio Pinellas Park, donde se encuentra su hija, suplicó al gobernador de Florida, Jeb Bush, a su hermano, el presidente, George W. Bush, y a los políticos en general que salven a su hija.
Los padres de Terri y Michael Schiavo han mantenido una batalla legal durante los últimos años sobre su futuro. El tubo que la mantiene con vida fue retirado dos veces durante algunos días en el pasado, pero las padres de Terri lograron que volviera a serle conectado. Mientras, grupos de manifestantes oran y celebran vigilias frente al hospicio donde se encuentra Terri.
Sus padres dicen que ella responde a sus voces, que sonríe y llora y que se podría recuperar, algo que los médicos descartan.