L D (EFE) El Pleno del Congreso respaldó la iniciativa por 320 votos, en una votación a la que asistieron Rodríguez Zapatero, los ministros de Fomento, Industria, Justicia, Educación, Exteriores y de Trabajo y Asuntos Sociales, Jesús Caldera, quien dedicó la futura ley a las víctimas mortales de la violencia de género, "todas ellas con nombres y apellidos".
El debate contó con la presencia de numerosas representantes de asociaciones de mujeres, a quienes los diputados agradecieron en reiteradas ocasiones su lucha durante los últimos años para remover las desigualdades entre hombre y mujer y su reivindicación para elaborar esta ley integral.
Los grupos parlamentarios presentaron más de 400 enmiendas a la iniciativa, la mayoría de ellas negociadas hasta el último minuto con el PSOE, otras retiradas en aras del consenso y otras muchas incorporadas como transaccionales al dictamen hoy aprobado de la ley, que pasará al Senado. Entre estas últimas figura la enmienda socialista que considera delito la coacción o amenaza leve contra alguien especialmente vulnerable (hasta ahora solo se agravaba la pena para el varón que maltrata a la mujer).
El PP mantuvo su oposición a que las penas sean más graves cuando el autor del delito de coacción, amenaza o lesión sea un hombre y no viceversa (discriminación positiva), así como a la creación de los Juzgados de Violencia de Género.
Pese a las quejas expresadas por los grupos debido a la rapidez o "precipitación" con que se ha llevado a cabo su tramitación en la Cámara Baja, la mayoría admitió una mejora sustancial del texto enviado por el Gobierno y mostró su satisfacción por el consenso alcanzado.
La futura ley entrará en vigor a principios del próximo año y fusiona en un único texto todos los ámbitos de actuación, desde la educación hasta la asistencia social y sanitaria y el tratamiento penal, para frenar la violencia de género.
El debate contó con la presencia de numerosas representantes de asociaciones de mujeres, a quienes los diputados agradecieron en reiteradas ocasiones su lucha durante los últimos años para remover las desigualdades entre hombre y mujer y su reivindicación para elaborar esta ley integral.
Los grupos parlamentarios presentaron más de 400 enmiendas a la iniciativa, la mayoría de ellas negociadas hasta el último minuto con el PSOE, otras retiradas en aras del consenso y otras muchas incorporadas como transaccionales al dictamen hoy aprobado de la ley, que pasará al Senado. Entre estas últimas figura la enmienda socialista que considera delito la coacción o amenaza leve contra alguien especialmente vulnerable (hasta ahora solo se agravaba la pena para el varón que maltrata a la mujer).
El PP mantuvo su oposición a que las penas sean más graves cuando el autor del delito de coacción, amenaza o lesión sea un hombre y no viceversa (discriminación positiva), así como a la creación de los Juzgados de Violencia de Género.
Pese a las quejas expresadas por los grupos debido a la rapidez o "precipitación" con que se ha llevado a cabo su tramitación en la Cámara Baja, la mayoría admitió una mejora sustancial del texto enviado por el Gobierno y mostró su satisfacción por el consenso alcanzado.
La futura ley entrará en vigor a principios del próximo año y fusiona en un único texto todos los ámbitos de actuación, desde la educación hasta la asistencia social y sanitaria y el tratamiento penal, para frenar la violencia de género.