L D (EFE) Según un comunicado del CGPJ, la confrontación entre el titular del juzgado de instrucción número 3 de El Puerto de Santa María (Cádiz), Miguel Angel López Marchena, y la Fiscalía de Cádiz "lo es en el ámbito del proceso y a propósito de sus diferentes posturas sobre el fondo y la forma de tramitación del mismo".
La Comisión Disciplinaria entiende que esta confrontación no es merecedora "de reproche disciplinario, sin perjuicio del mutuo respeto que debe exigirse a cuantos intervienen en el ejercicio de la función jurisdiccional". Para el órgano disciplinario del CGPJ "no se aprecian dilaciones reseñables en la tramitación de la causa" y, además, "las eventuales irregularidades de índole procesal en que hubiera podido incurrir el magistrado instructor no son susceptibles de reproche disciplinario, debiéndose solventar las impugnaciones a tal efecto promovidas en la pertinente vía procesal".
"Las discrepancias procesales suscitadas sobre la motivación de las resoluciones dictadas son de naturaleza jurisdiccional y dirimibles en ese ámbito y no en sede disciplinaria", según la Comisión Disciplinaria. Además, según añade el comunicado, "no se entiende que se hayan producido revelaciones de datos del proceso directamente imputables al órgano judicial".
La "Operación Estela" permitió la desarticulación de tres organizaciones de narcotraficantes de Barbate, independientes entre sí, y culminó con la detención de 41 personas y la incautación de 7,05 toneladas de hachís. La investigación, dirigida por el juez López Marchena, ha estado marcada por la polémica ante la petición de nulidad del proceso por parte del fiscal jefe de Cádiz, Isidoro Hidalgo, por considerar que algunas de las escuchas telefónicas y registros domiciliarios eran irregulares.
El CGPJ abrió una información previa para aclarar la puesta en libertad de la mayor parte de los detenidos en la citada operación, mientras que la Fiscalía General del Estado elabora un informe al respecto.
La Comisión Disciplinaria entiende que esta confrontación no es merecedora "de reproche disciplinario, sin perjuicio del mutuo respeto que debe exigirse a cuantos intervienen en el ejercicio de la función jurisdiccional". Para el órgano disciplinario del CGPJ "no se aprecian dilaciones reseñables en la tramitación de la causa" y, además, "las eventuales irregularidades de índole procesal en que hubiera podido incurrir el magistrado instructor no son susceptibles de reproche disciplinario, debiéndose solventar las impugnaciones a tal efecto promovidas en la pertinente vía procesal".
"Las discrepancias procesales suscitadas sobre la motivación de las resoluciones dictadas son de naturaleza jurisdiccional y dirimibles en ese ámbito y no en sede disciplinaria", según la Comisión Disciplinaria. Además, según añade el comunicado, "no se entiende que se hayan producido revelaciones de datos del proceso directamente imputables al órgano judicial".
La "Operación Estela" permitió la desarticulación de tres organizaciones de narcotraficantes de Barbate, independientes entre sí, y culminó con la detención de 41 personas y la incautación de 7,05 toneladas de hachís. La investigación, dirigida por el juez López Marchena, ha estado marcada por la polémica ante la petición de nulidad del proceso por parte del fiscal jefe de Cádiz, Isidoro Hidalgo, por considerar que algunas de las escuchas telefónicas y registros domiciliarios eran irregulares.
El CGPJ abrió una información previa para aclarar la puesta en libertad de la mayor parte de los detenidos en la citada operación, mientras que la Fiscalía General del Estado elabora un informe al respecto.