El pasado jueves la viceconsejera de Educación de la Generalidad valenciana, Concha Gómez Ocaña, recibió a los padres de Natalia Santacreu, la niña de diez años suspendida por contestar en español los exámenes.
La viceconsejera del gobierno de Francisco Camps admitió, según el padre de Natalia, que la situación se les había ido de las manos, algo que estaban “aprovechando los sectores más radicales”.
La entrevista fue “cordial”, y ahora los padres de la pequeña están a la espera de que les den una solución para el caso de su hija. Pero no han tenido noticias de la reunión con Gómez Ocaña. De quien sí han sabido es del defensor del pueblo valenciano, aunque no para aclararles nada.
El adjunto segundo del defensor valenciano, Carlos Morenilla, se ha dirigido Juan Vicente Santacreu y su mujer en una carta en la que indica que “ante la tardanza en recibir el informe solicitado a la administración afectada” han vuelto a pedir que se lo reenvíen.
El padre de Natalia ha señalado a Libertad Digital que lo que demuestra es que se “están mareando entre ellos” porque no saben cómo solucionarlo.
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"Me dijeron que si seguía contestando en español me expulsarían del colegio"
La pequeña Natalia explicaba en una entrevista concedida a Veo 7 que la suspendieron “por utilizar el español. Porque esa asignatura es en valenciano, yo hago todo en valenciano, pero a la hora de hacer el examen lo hago en español”.
Pero no sólo eso. Desde la dirección del colegio amenazaron a la pequeña con la expulsión. Le dijeron que “si seguía así me expulsarían del colegio. Abrirían un expediente y me expulsarían del colegio si seguía contestando en español”.
También la asignatura Educación para la Ciudadanía le ha creado problemas. “En ciudadanía hago todo en valenciano, pero el libro lo llevo en español, y por eso en las notas de final de trimestre me pusieron un suficiente”.