El secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Tarcisio Bertone, ha admitido que "la Iglesia deberá formar mejor a los sacerdotes". "Los pecados de los sacerdotes exigen un clero mejor formado", sostuvo Bertone, en una entrevista en La Vanguardia durante su visita a Barcelona, en referencia a los casos de pederastia en los que están implicados miembros de la Iglesia Católica.
Bertone dejó claro que "el celibato nada tiene que ver con las conductas desviadas. Está más que demostrado que el celibato, observado fielmente, es un gran valor para la misión sacerdotal y para la ayuda al Pueblo de Dios".
"No hay relación directa entre el celibato y la conducta desviada de algunos sacerdotes; más bien lo contrario: es precisamente la inobservancia del celibato lo que produce una progresiva degradación de la vida del sacerdote, que deja de ser un ejemplo, un don, una guía espiritual para los demás", agregó el salesiano.
Reivindicó el papel del cristianismo, especialmente de la Iglesia Católica, en la Europa de hoy. "Es todavía más urgente hoy, en una época de confusión y de crisis, de pluralismo multiétnico, multicultural y religioso, incluso donde el catolicismo en minoría".
El número dos del Vaticano volvió a expresar su rechazo a la Ley del Aborto auspiciada por el PSOE y, sobre el anuncio de la nueva ley de Libertad Religiosa hecho por el Gobierno central, dejó claro que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, "no violaría los compromisos bilaterales". Pidió que la nueva norma "tenga adecuadamente en consideración que los católicos son mayoría en la sociedad española" y también abogó por el respeto a los símbolos religiosos.
Bertone visitó la Sagrada Familia de Barcelona, seis meses antes de que lo haga el Pontífice, Benedicto XVI. "He comprobado directamente el estado de ejecución del proyecto, e informaré al Santo Padre", dijo. "El Papa quedará impresionado" cuando vea la iglesia de Gaudí, adelantó Bertone, quien aseguró que su visita en otoño "lanzará el templo al mundo". El cardenal también aseguró que "la Santa Sede conoce bien la historia de Cataluña, sus recuerdos y aspiraciones".