L D (EFE) Con unos zapatos de plataforma curva, especialmente diseñados para ella, y despampanantes trajes de llamativos colores vivos, la "Guarachera de Cuba" se distinguió por una alegría contagiosa y el cariño y respeto del público al que siempre sorprendía por su energía y entrega.
Nacida en La Habana el 21 de octubre de un año desconocido de la década de 1920, pues ella siempre mantuvo en secreto su edad, Celia Cruz inició su carrera artística cuando un primo la animó a participar en "La hora del té", un concurso radiofónico en el que ganó la final.
Tras unos principios en salas de fiesta de segunda categoría, su gran oportunidad llegó cuando Mirta Silva, solista del grupo "La Sonora Matancera", abandonó la formación y Celia se presentó a las pruebas en las que salió vencedora. En 1957, hizo su primer viaje a Estados Unidos para recoger el primero de lo que sería una larga serie de discos de oro y de platino.
Hasta el estallido de la revolución cubana en 1959, realizó numerosos giras con gran éxito por América Latina que compaginó con intervenciones como cantante en películas mexicanas, como "Una gallega en La Habana", "Olé, Cuba" o "Rincón Criollo", así como en la norteamericana "Affaire in Havana". En julio de 1960, Celia y La Sonora salieron de Cuba para actuar en México y decidieron no regresar por sus divergencias con el régimen castrista, un exilio que vivió el resto de su vida.
Tras fijar en 1961 su residencia en Nueva York y grabar un disco con otra leyenda de la música, el puertorriqueño Tito Puente, el "Rey del timbal" firmó contrato con "Fania". Esta discográfica fue fundada por el dominicano Johnny Pacheco y el productor Jerry Masucci, para reunir en Nueva York a los músicos latinos como el panameño Rubén Blades y el puertorriqueño Willie Colón.
Un año después se casó con el trompetista Pedro Knight, al que conoció tras su ingreso en La Sonora, banda con la que permaneció hasta 1965, y quien la acompañó hasta su muerte. Durante la década de los 70, Celia fue acumulando éxitos en las actuaciones en Europa y Latinoamérica pese a la crisis de la salsa en los años 80.
Así continuó cosechando aplausos en solitario y junto a músicos como Blades y Cheo Feliciano, que consiguieron poner de moda la salsa más allá de las fronteras latinas y europeas. Su actuación en el Carnaval de Santa Cruz Tenerife en 1987, a la que asistieron 250.000 personas, fue registrada en el libro Guinness de los récord del mundo como la mayor congregación de personas en una plaza para asistir a un concierto, y consagró su triunfo definitivo entre el público español.
Otro año de cambios fue 1993, cuando dejó "Fania" para firmar con RMM-BAT, con el que grabó "Azúcar negro", su primer disco en solitario tras una larga carrera en la que grabó 80 discos, de los cuales el más reciente saldrá al mercado el próximo mes de agosto. Tras lanzar "Mi vida es cantar", el álbum en el que rinde homenaje a Lola Flores, decidió dejar RMM para unirse a "Sony" y fundar su propia empresa "Azúcar Production".
En el año 2000, grabó "Siempre viviré", una combinación de tangos, balada americana y temas inéditos en la que rinde un homenaje póstumo a Tito Puente, su maestro y amigo, fallecido hace tres años. Durante toda su carrera acumuló honores y premios, entre ellos el Grammy en la categoría de música latina en 1990 por "Ritmo en el corazón", con Ray Barretto, y el Grammy al mejor álbum de salsa por "La negra tiene tumbao" en 2002.
En 1994 recibió de manos del presidente de EEUU, Bill Clinton, la Medalla Nacional de las Artes de Estados Unidos y en 1999 el Premio a la Herencia Latina de la Sociedad Americana de Compositores, entre los muchos galardones que recibió en su vida.
Nacida en La Habana el 21 de octubre de un año desconocido de la década de 1920, pues ella siempre mantuvo en secreto su edad, Celia Cruz inició su carrera artística cuando un primo la animó a participar en "La hora del té", un concurso radiofónico en el que ganó la final.
Tras unos principios en salas de fiesta de segunda categoría, su gran oportunidad llegó cuando Mirta Silva, solista del grupo "La Sonora Matancera", abandonó la formación y Celia se presentó a las pruebas en las que salió vencedora. En 1957, hizo su primer viaje a Estados Unidos para recoger el primero de lo que sería una larga serie de discos de oro y de platino.
Hasta el estallido de la revolución cubana en 1959, realizó numerosos giras con gran éxito por América Latina que compaginó con intervenciones como cantante en películas mexicanas, como "Una gallega en La Habana", "Olé, Cuba" o "Rincón Criollo", así como en la norteamericana "Affaire in Havana". En julio de 1960, Celia y La Sonora salieron de Cuba para actuar en México y decidieron no regresar por sus divergencias con el régimen castrista, un exilio que vivió el resto de su vida.
Tras fijar en 1961 su residencia en Nueva York y grabar un disco con otra leyenda de la música, el puertorriqueño Tito Puente, el "Rey del timbal" firmó contrato con "Fania". Esta discográfica fue fundada por el dominicano Johnny Pacheco y el productor Jerry Masucci, para reunir en Nueva York a los músicos latinos como el panameño Rubén Blades y el puertorriqueño Willie Colón.
Un año después se casó con el trompetista Pedro Knight, al que conoció tras su ingreso en La Sonora, banda con la que permaneció hasta 1965, y quien la acompañó hasta su muerte. Durante la década de los 70, Celia fue acumulando éxitos en las actuaciones en Europa y Latinoamérica pese a la crisis de la salsa en los años 80.
Así continuó cosechando aplausos en solitario y junto a músicos como Blades y Cheo Feliciano, que consiguieron poner de moda la salsa más allá de las fronteras latinas y europeas. Su actuación en el Carnaval de Santa Cruz Tenerife en 1987, a la que asistieron 250.000 personas, fue registrada en el libro Guinness de los récord del mundo como la mayor congregación de personas en una plaza para asistir a un concierto, y consagró su triunfo definitivo entre el público español.
Otro año de cambios fue 1993, cuando dejó "Fania" para firmar con RMM-BAT, con el que grabó "Azúcar negro", su primer disco en solitario tras una larga carrera en la que grabó 80 discos, de los cuales el más reciente saldrá al mercado el próximo mes de agosto. Tras lanzar "Mi vida es cantar", el álbum en el que rinde homenaje a Lola Flores, decidió dejar RMM para unirse a "Sony" y fundar su propia empresa "Azúcar Production".
En el año 2000, grabó "Siempre viviré", una combinación de tangos, balada americana y temas inéditos en la que rinde un homenaje póstumo a Tito Puente, su maestro y amigo, fallecido hace tres años. Durante toda su carrera acumuló honores y premios, entre ellos el Grammy en la categoría de música latina en 1990 por "Ritmo en el corazón", con Ray Barretto, y el Grammy al mejor álbum de salsa por "La negra tiene tumbao" en 2002.
En 1994 recibió de manos del presidente de EEUU, Bill Clinton, la Medalla Nacional de las Artes de Estados Unidos y en 1999 el Premio a la Herencia Latina de la Sociedad Americana de Compositores, entre los muchos galardones que recibió en su vida.