L D (EFE) Los incidentes no faltaron al principio del acto. Algunos jóvenes, independentistas radicales, increparon a los conferenciantes con gritos como "fascistas" o "callaos, imbéciles", tras lo que fueron expulsados de la sala por los guardias de seguridad. Posteriormente,el rector de la UB, Joan Tugores, condenó los altercados.
En el acto, para arropar a Francisco Caja, estuvo presente Gotzone Mora, portavoz de Profesores por la Libertad; Nicolás Redondo Terreros, portavoz de la Fundación para la Libertad; el eurodiputado Alejo Vidal-Quadras y los portavoces de Basta Ya Mikel Eliondo y Carlos Martínez Gorriarán, Eduardo Uriarte, presidente de la Fundación para la Libertad, así como los profesores de universidad Francesc de Carreras, Josefina Albert y Xavier Pericay.
Ante un auditorio con escasos universitarios, Caja llamó al "activismo cívico" como alternativa a la de "someterse al nacionalismo" y lamentó que la política lingüística de la Generalidad obligue a los castellanohablantes a "renunciar a hablar su propia lengua y a pedir perdón por haberla hablado durante años".
Silencio político
Nicolás Redondo destacó que el acto pretendía dignificar a la universidad catalana y recordó que el Pacto Antiterrorista "es imposible de ampliar a otras formaciones, porque divide a las fuerzas políticas entre los que quieren derrotar a ETA y los que quieren pactar con ella".
Gotzone Mora señaló que las autoridades "deben preguntarse qué pasa" ante incidentes como los ocurridos durante la conferencia, y acusó a algunos políticos de "ser capaces de comerse hasta a sus hijos para llevar sus objetivos independentistas hacia delante".
Vidal Quadras coincidió con el resto de conferenciantes en señalar como principales responsables de las amenazas sufridas por Caja a los políticos que callan ante esas acciones y acusó a los nacionalismos identitarios de ser "lo contrario que lo que representa la universidad".
Silencio académico
En la conferencia se leyó un manifiesto en el que la plataforma considera "inadmisible el silencio de las autoridades políticas y académicas que ha acompañado a estos intolerables hechos, lo que, en su opinión, comporta la legitimación de las actitudes violentas".
El manifiesto rechaza también "cualquier política de exclusión como la propugnada por el Institut d'Estudis Catalans, quien en un reciente informe sobre la lengua catalana exige a las autoridades políticas la adopción de medidas legales" para garantizar el uso y conocimiento del catalán.
Fernando Caja fue víctima de amenazas después de que el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña fallara a su favor como consecuencia de recurso presentado por Convivencia Cívica Catalana y obligó en una sentencia a la Generalidad a preguntar a los padres de los alumnos de los centros públicos y concertados por su lengua habitual "a fin de hacer efectivo su derecho a recibir la primera enseñanza en esta lengua".