L D (EFE) El arzobispo, para quien "no es posible entender y servir de verdad a España sin tener en cuenta las raíces cristianas", explicó en su homilía que "la Iglesia, con la fuerza del Evangelio que le ha sido confiado, proclama los derechos del hombre y aprecia la defensa de estos derechos, pero sabe que estamos sometidos a la tentación de pensar que se protegen plenamente nuestros derechos personales sólo cuando nos vemos libres de toda norma de la ley divina", destacó.
Cuando así se piensa, advirtió, "los derechos se ven reducidos a simples exigencias personales y a falsas formas secularizadas de humanismo que siembran confusión y debilidad moral distorsionando el plan de Dios sobre el amor y la fidelidad, sobre el respeto a la vida en todas sus etapas naturales, sobre la vivencia del tesoro de la afectividad y sobre el matrimonio".
Para el arzobispo de Santiago "cuando la moral es considerada superflua, la corrupción es algo obvio, afectando no sólo a las personas sino también a las instituciones". De ahí que "todo intento de reducir la laicidad a un espacio único no es más que una quimera irreal y contradictoria". Por eso, y desde la base de que "la comunidad política y la Iglesia son entre sí independientes y autónomas", entiende que, desde la cooperación, la Iglesia puede "siempre y en todo lugar predicar la fe con verdadera libertad y emitir un juicio moral también sobre las cosas que afectan al orden político" cuando "lo exigen los derechos fundamentales de las personas o la salvación de las almas".
Cuando así se piensa, advirtió, "los derechos se ven reducidos a simples exigencias personales y a falsas formas secularizadas de humanismo que siembran confusión y debilidad moral distorsionando el plan de Dios sobre el amor y la fidelidad, sobre el respeto a la vida en todas sus etapas naturales, sobre la vivencia del tesoro de la afectividad y sobre el matrimonio".
Para el arzobispo de Santiago "cuando la moral es considerada superflua, la corrupción es algo obvio, afectando no sólo a las personas sino también a las instituciones". De ahí que "todo intento de reducir la laicidad a un espacio único no es más que una quimera irreal y contradictoria". Por eso, y desde la base de que "la comunidad política y la Iglesia son entre sí independientes y autónomas", entiende que, desde la cooperación, la Iglesia puede "siempre y en todo lugar predicar la fe con verdadera libertad y emitir un juicio moral también sobre las cosas que afectan al orden político" cuando "lo exigen los derechos fundamentales de las personas o la salvación de las almas".
Julián Barrio afirmó que "la doctrina social de la Iglesia considera que el sistema democrático funciona únicamente en una conciencia rectamente formada y ésta enmudece si no está orientada conforme a los valores éticos y morales fundamentales de la dignidad de la persona humana que pueden ser puestos en práctica, incluso, sin una explícita profesión de cristianismo".
PSOE: "En España se gobierna desde el Parlamento y no desde un púlpito"
El PSOE ha asegurado este domingo, en contestación a la homilía del arzobispo de Santiago, que "en España se gobierna desde el Parlamento y no desde un púlpito" y que, por esa razón, va a mantener su decisión de regular los matrimonios homosexuales para "acabar con una discriminación injusta" y para que haya igualdad entre los españoles al margen de su elección sexual.
Fuentes de la dirección socialista manifestaron a Efe que, pese al respeto que merecen las palabras de Julián Barrio, los españoles apostaron el 14 de marzo por "una mayor integración de los colectivos homosexuales en España" y recordaron que el programa electoral del PSOE recoge la necesidad de equiparar a todos los españoles sin tener en cuenta su condición sexual y que, por lo tanto, este partido "seguirá dando pasos para que haya una igualdad total entre los españoles independientemente de cuál sea su elección sexual".
Fuentes de la dirección socialista manifestaron a Efe que, pese al respeto que merecen las palabras de Julián Barrio, los españoles apostaron el 14 de marzo por "una mayor integración de los colectivos homosexuales en España" y recordaron que el programa electoral del PSOE recoge la necesidad de equiparar a todos los españoles sin tener en cuenta su condición sexual y que, por lo tanto, este partido "seguirá dando pasos para que haya una igualdad total entre los españoles independientemente de cuál sea su elección sexual".