LD (V. Gago) El Arzobispado de Santiago de Compostela ha emitido este viernes su segunda nota en la misma semana para aclarar su política lingüística.
El pasado fin de semana, La Voz de Galicia informaba de ciertas directrices impartidas a los párrocos por el vicario general, Víctor Peña, sobre la promoción del gallego en la liturgia.
El miércoles 12 de marzo, el Arzobispado compostelano emitía una nota aclarando que "no impone nada, sino al contrario, propone y sugiere el uso de la lengua que es habitual en cada comunidad de fieles".
Este viernes, el Arzobispado, por medio de su Secretaría de Medios de Comunicación, ha emitido una nota de tres puntos contra la difusión que Libertad Digital ha dado a la noticia de La Voz de Galicia, y negando cualquier relación con la política de imposición lingüística del PSOE y el BNG: "asuntos totalmente diferentes", según se califican en la misma nota.
El Arzobispado niega que sus directrices a los párrocos, publicadas en el Boletín Oficial de la Archidiócesis, signifiquen una "disposición" –así lo ha interpretado Libertad Digital– a cooperar con la Xunta en su política llamada de "normalización lingüística".
La misma nota aclara, por segunda vez en la misma semana –esta vez, a LD–, que la promoción del gallego está inscrita en las recomendaciones emanadas del Concilio Pastoral de Galicia celebrado entre 1974 y 1979.
En sintonía con el Concilio Vaticano II, las diócesis gallegas promueven el uso de la lengua gallega "por tratarse de un valor humano asociado con la liberación, y, consiguientemente, con la evangelización", según se cita de las fuentes primarias de aquel cónclave, cuyo lenguaje –con expresiones como "liberación" y "justicia" social– refleja fielmente el estado de la discusión ideológica en el seno de la Iglesia a raíz de la celebración del Concilio Vaticano II, en gran medida superada por la doctrina social de Juan Pablo II, quien previno expresamente contra los peligros del nacionalismo.
Las directrices impartidas recientemente por el vicario general de Compostela –subraya la Archidiócesis en la misma nota a la Dirección de LD– se limitan a reproducir lo que viene recomendándose desde 1997, fecha de publicación de las primeras disposiciones del vicario sobre promoción del gallego.
Desde entonces, señala el Arzobispado, se recuerda a los sacerdotes la "necesidad" de que "sean sensibles de cara a la progresiva incorporación de la lengua gallega en la liturgia y que no sólo acojan bien las peticiones que puedan presentar los fieles, sino que, adelantándose, sean ellos los que ofrezcan la posibilidad de tener las celebraciones en lengua gallega, realizando un serio esfuerzo para que los fieles puedan conocer las partes dialogadas y así participen en el culto con una mayor incorporación en la lengua que hablan habitualmente", dice la misma nota, citando directamente del Boletín Oficial del Arzobispado.
"Ante esto, ruego rectifiquen su información", concluye la nota de la Secretaria de Medios de Comunicación recibida este viernes 14 de marzo en Libertad Digital.