L D (EFE) La Conferencia Episcopal señala en una nota enviada a los medios que esa subida es "muy significativa" teniendo en cuenta "las dificultades por las que atraviesa" la enseñanza religiosa católica en la escuela y "las trabas que tiene que superar en su desarrollo diario en el aula".
Estos datos, explica, proceden del informe que hace anualmente su Comisión Episcopal de Enseñanza y Catequesis sobre la opción por la enseñanza de la religión católica que los padres de los alumnos hacen en cada curso escolar, "ejerciendo su derecho a escoger el tipo de formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus convicciones".
La Comisión ha recabado, indica la Conferencia Episcopal, datos en 62 diócesis procedentes de 4.421.425 alumnos, de los que 3.507.986 están recibiendo religión católica, un 79,3 por ciento del total. Este porcentaje de alumnos encuestados "aplicado al número de alumnos totales en la educación no universitaria española, 6.452.221, da como resultado que 5.216.617 alumnos están inscritos en la formación religiosa católica".
La nota de los obispos subraya que hay que resaltar que en la enseñanza pública el porcentaje de alumnos que asisten a Religión en el nivel de Educación Primaria es del 84,7 por ciento. "Es en esa etapa –argumentan– donde los padres pueden ejercer sus derechos de opción formativa para sus hijos con mayor libertad, ya que tienen menos incidencia en los alumnos y los padres las condiciones académicas y disciplinarias discriminatorias para la enseñanza religiosa escolar". En Educación Secundaria Obligatoria, prosiguen, son muchos menos, ya que sólo asisten a clase de religión el 53,5 por ciento, 0,8 décimas menos que el curso pasado.
Reacción de San Segundo
La ministra de Educación, María Jesús San Segundo, interpretó que el aumento de la demanda de la clase de religión católica en el último curso indica que el modelo de enseñanza religiosa vigente desde 1994 da "satisfacción" tanto a las familias que la desean para sus hijos como a las que no. El 79,3 por ciento de los alumnos de educación no universitaria recibe durante este curso formación religiosa católica, un 1,8 por ciento más que en el 2003-2004, según un informe de la Conferencia Episcopal. La ministra matizó, no obstante, que las variaciones de año en año "no tienen tanto contenido" como las tendencias y las evoluciones generales a medio plazo. El modelo citado tenía "una aceptación social y resuelve el problema de conjugar los derechos de todo tipo de familias", insistió.
La ministra confió en que el espíritu de consenso y el esfuerzo de todos los agentes educativos con vistas a la reforma de la LOCE se dé también en el asunto de la religión, "una cuestión en la que sabemos que no hay acuerdo entre toda la sociedad." "Pero debemos ser capaces -prosiguió- de hacer ese esfuerzo y garantizar los derechos de todos, de las familias que quieren educación religiosa para sus hijos y las que no la desean". San Segundo dijo que no hay fecha prevista para consultar al Consejo de Estado acerca de si ha de haber una asignatura alternativa a la clase de religión en la próxima reforma.
Según la propuesta del Ministerio, la religión confesional sería de oferta obligatoria para los centros y voluntaria para los alumnos, y no computaría para el acceso a la Universidad ni para la concesión de becas. Además, la titular de Educación ve "con muy buenos ojos" que se intente llegar a un acuerdo sobre la corresponsabilidad en la escolarización de todo tipo de alumnos en toda clase de centros.