L D (EFE) El agua del Mediterráneo está unos cinco grados más caliente de lo habitual en estas fechas y ha alcanzado 32 grados, según ha explicado Alejandro Martínez, jefe de predicciones del Centro Meteorológico de Cataluña, quien ha señalado que es la temperatura más alta que se ha registrado en este mar Mediterráneo en los últimos 45 años.
Así, el meteorólogo ha explicado que la temperatura máxima del Mediterráneo en la primera quincena de septiembre, que es cuando el agua es más caliente, oscila entre los 25 y 26 grados, pero que en estas últimas semanas, en los que no se han llegado en teoría a las máximas temperaturas, ya se han registrado entre 30 y 32 grados. En este sentido, este experto ha explicado que algunas de las consecuencias inmediatas de este calentamiento del agua es la proliferación de algas en las costas así como la desaparición de algunas especies mediterráneas debido al cambio sufrido en su entorno medioambiental.
También ha remarcado que Cataluña en junio y julio ha tenido las temperaturas más altas de los últimos 50 ó 60 años, aunque no se han llegado a superar los valores máximos, porque el calor se ha mantenido constante y todos los días los termómetros han marcado en torno a los 32-35 grados en casi todo el territorio, tanto en el Pirineo como en la costa.
Respecto a las previsiones para los próximos días, ha reconocido que se mantendrá la situación sin cambios significativos y seguirá el calor, aunque no se espera que suban los termómetros "porque están tan altos que es difícil que suban más". También ha añadido que cuando empiece la época de las tormentas, a finales de agosto o principio de septiembre, podrán ser especialmente intensas y muy fuertes en el litoral Mediterráneo, ya que, según ha explicado "se está acumulando mucha energía, el agua del mar esta muy caliente y cuando entre una masa de aire frío, el contrasté hará que las tormentas sean especialmente intensas en la costa y el litoral".
Así, el meteorólogo ha explicado que la temperatura máxima del Mediterráneo en la primera quincena de septiembre, que es cuando el agua es más caliente, oscila entre los 25 y 26 grados, pero que en estas últimas semanas, en los que no se han llegado en teoría a las máximas temperaturas, ya se han registrado entre 30 y 32 grados. En este sentido, este experto ha explicado que algunas de las consecuencias inmediatas de este calentamiento del agua es la proliferación de algas en las costas así como la desaparición de algunas especies mediterráneas debido al cambio sufrido en su entorno medioambiental.
También ha remarcado que Cataluña en junio y julio ha tenido las temperaturas más altas de los últimos 50 ó 60 años, aunque no se han llegado a superar los valores máximos, porque el calor se ha mantenido constante y todos los días los termómetros han marcado en torno a los 32-35 grados en casi todo el territorio, tanto en el Pirineo como en la costa.
Respecto a las previsiones para los próximos días, ha reconocido que se mantendrá la situación sin cambios significativos y seguirá el calor, aunque no se espera que suban los termómetros "porque están tan altos que es difícil que suban más". También ha añadido que cuando empiece la época de las tormentas, a finales de agosto o principio de septiembre, podrán ser especialmente intensas y muy fuertes en el litoral Mediterráneo, ya que, según ha explicado "se está acumulando mucha energía, el agua del mar esta muy caliente y cuando entre una masa de aire frío, el contrasté hará que las tormentas sean especialmente intensas en la costa y el litoral".