L D (Agencias) Sólo la compañía aérea belga SN Brussels tuvo que cancelar 15 vuelos y recolocar a 1.500 pasajeros, y otros vuelos a Oslo, Viena, Venecia, Estocolmo, Berlín y Múnich, operados por otras aerolíneas no pudieron despegar y se obligó al pasaje a desembarcar y a volver a pasar el control de seguridad.
En la terminal de facturación centenares de viajeros fueron retenidos ante el control de pasaportes para evitar que pudieran acceder a la zona evacuada mientras la policía se desplegaba en busca del individuo, que se negó a ser registrado junto al arco detector de metales y el escáner que antecede a la zona de embarque.
Tras confirmar la policía que la terminal A, con 31 puertas de embarque, estaba vacía así como los aviones que aguardaban su despegue en la misma, la empresa gestora del aeropuerto bruselense, la BIAC, decidió reabrir el acceso a la zona.
Desde el inicio del incidente el único mensaje con el que se informaba a los viajeros por megafonía era que "el acceso a la terminal A está momentáneamente restringido por razones de seguridad".